lunes, 30 de mayo de 2011

Los sueños de Kurosawa: El huerto de los duraznos


Gracias a un amigo hoy recordé esta buenísima película de Akira Kurosawa. Si bien, todos y cada uno de los sueños experimentados en la cinta son en sí mismos de una belleza y sabiduría infinita (en distintos ámbitos), hoy me quedo con "El huerto de los duraznos". Me maravilla la visión dinámica que se presenta en relación a la vida de los árboles, a su interacción, sus coreográficos fototropismos. Esta visión dinámica que tiende a humanizar a los árboles, por un lado, pareciera también tender a representar la comunión (quebrada, rota) entre la naturaleza y el ser humano, por ello tenemos árboles que hablan, que se comunican con el niño, que le reprenden y que bailan, para volverse algo familiar y no ajeno a él, para volverse comunidad en el sueño. Y es cuando, además, florecen y hacen florecer, con ellos, al niño (lo vuelven partícipe). Pero, luego, el paisaje retorna a su realidad (fuera del sueño), sin árboles, con este niño solo y desconectado del paisaje (otra vez), contemplando con desconcierto este durazno/niña, esperando...

domingo, 29 de mayo de 2011

En el día del patrimonio, a Santiago en este poema (otro patrimonio)

 Confesiones



Soy bestia umbilical, delgada y andariega,
con un aire de pájaro en la calle.

Atado a los semáforos
por ley irrevocable.
Suelo ser atacado por mis hábitos
y por los vendedores ambulantes
que me auscultan la cara
de bar destartalado y decadente.

Amo a la ciudad más que a nadie:
las calles y edificios,
noches pobladas de mamíferos
domésticos y astutos, que transitan por bares,
y beben, y comen, y se ríen, y se ríen, y se mueren.

Soy bestia siempre en celo,
pájaro individual, enfermo.

Confiado ciegamente en mis zapatos,
no me pierdo un detalle
de lo que está pasando, que es muy grave.

Me entristecen los hombres, me deprimen
sus orejas, sus dientes, y las blandas
extremidades; las ojeras;
y los rostros desérticos, tortuosos;
bigotes, anteojos, pelos, anillos, monedas;
cigarros defendidos contra viento y marea; el fraudulento
pudor de las camisas;
y el orgullo, ese orgullo inconcebible...

Sobre todos,
los hombres que van solos por el mundo,
unánimes espaldas, hombros, rabia.

¡Voltear los autobuses, y tocarles
la oreja a los absurdos transeúntes,
saber de abuelas suyas y de hermanas,
y de la fecha atroz en que nacieron!

Cordialmente aborrezco
a los hombres de gafas, que saludan
suficientes, constreñidos,
con una mano blanda, lisa, como de nieve,
y se vuelven, y mueren
de cara ante el periódico;
a todos los que pasan
las horas entre muslos y aguardientes
perpetuando la fiesta de este mundo.

Extraña la ciudad cuando parece
no haber nadie, ni voces de Zutano o Mengano,
cuando una sombra inmensa, resollando
se descuelga de muros, y se manda cambiar,
de una vez por todas, hacia un patio sin hambre;
aunque haya transeúntes
con ojos de paloma y pecho duro,
y algunos que se tienden en las calles
con un olor a muertos
y a padre avejentado por sus sueños.

Ninguna novedad hoy en la tarde.
La ciudad y su curso inevitable.
Yo, bestia umbilical, pájaro enfermo,
he de seguir de noche
atado al parpadear de los semáforos,
a la misma ciudad donde parece
que ya no habita nadie. 
 


 
 
Armando Rubio Huidobro

viernes, 27 de mayo de 2011

La permanencia y "La Pizza"

"El hoy no es más que el recuerdo del ayer, y el mañana, el sueño de hoy" (cita simplona pero cumplidora)





Existen lugares que permanecen oponiéndose férreamente al devenir del tiempo. Estos lugares nos transmiten la ficción de la existencia de un tiempo que transcurre, no paralelo, sino, dentro de éste, como si se tratasen de tiempos matrioskanos. "La pizza" es una pequeña fuente de soda ubicada frente al ex congreso nacional, en la popular calle Bandera, junto a una de las plazuelas más extrañas de Santiago (es una pequeñísima plaza ubicada entre la Catedral y la fuente de soda con dos bancos y algunos arbustos, totalmente enrejada). Entrar a "La Pizza" es desembocar en un mar de mobiliario seguro de fines de los 60's, de colores fuertes y formas geométricas (futuristas), de asientos tipo butaca acompañados con mesas que sostienen vasos llenos de servilletas, donde suena Raphael, Sandro, Mocedades, Jeannette y varixs figuras "del recuerdo" que emergen desde ese "recuerdo" tan vivos como antes. Ni siquiera podría referirme a este fenómeno como algo espectral, por este concierto de objetos y voces pasadas sino, como algo distinto de eso, ni "vivo" ni "muerto" ni "fantasmal" sino trenza de todo. (Es como oir en coro disonante al pasado, presente y futuro). Seguro y la imagen más representativa de lo que ocurre allí es el momento en que el protagonista de "El Resplandor" (en la peli) entra al restorán y éste (el restorán), retorna desde ese pasado esplendoroso para revivirlo en un presente que le contiene con una naturalidad desconcertante. Porque eso es lo que desasosiega en esa escena (la de la peli y "La Pizza"), que este pasado no se inserte en el presente de modo fantasmagórico sino, sencillamente, vivo (como presenciar una resurrección). Del mismo modo, el ingreso a "La Pizza" no implica que el parroquiano transite espectralmente por ella, sino que, se da esa relación familiar que se daba entre Nicholson y el restorán del hotel, de inusitada y terrible familiaridad.

*Con aprecio a mi mesera y confidente, al señor de los completos sabrosos y a la cajera escapista.
** A mi editor ¿Puedo pagar en textos? ¿No es posible transar letra por letra?

jueves, 26 de mayo de 2011

miércoles, 25 de mayo de 2011

"La Caída": Hitler protesta contra la construcción de HidroAysén/

Sé que se ha utilizado hasta la saciedad esta escena de "La caída" (que, se cuenta, provocó la ruptura entre Bruno Ganz y Wim Wenders porque Wenders culpaba a Ganz de haber actuado en una película que humanizaba demasiado la figura de Hitler), pero, tal vez, por la calidad interpretativa o por los lugares comunes o por el ingenio o el ocio, ha tenido la capacidad de irse desemantizándose y resemantizándose permanentemente con buenos resultados a mi parecer (no me canso de ver, por ejemplo, la "parodia"  relacionada con el puntaje que obtuvo Hitler en la PSU).
Ésta, sobre HidroAysén, es notable y contingente. Y sí, puede ser chocante para algunxs el hecho de ver a Hitler defendiendo el medio ambiente, destapando lo que se teje en la política nacional, encarando a lxs empresarixs de este país (de mierda a veces), pero a mi me resulta, incluso, valiente. Porque ¿qué dirá Wim Wenders frente al hecho de que tal escena de esta peli tan criticada por él se ha visto utilizada con tantos y diversos fines y que funciona!, que puede humanizar, sensibilizar? ¿O volvería a censurarla por intentar humanizar a Hitler, como en el caso de HidroAysén? A veces es más fácil y cómodo reducir a una persona a una sola dimensión (la peor, por ejemplo) y anularla de este modo en vez de aceptar que esta persona es un conjunto de dimensiones simultáneas, contradictorias y dinámicas, así como esta escena de "La Caída".

Y el de la PSU, obvio!



martes, 24 de mayo de 2011

Ciudad/ciudadanía/ciudadana/ciudadano

Existe en lxs lectorxs algo que técnicamente llaman "deformación profesional" y tiene que ver con el hecho de filtrar todo a través de la disciplina, oficio, pasatiempo, etc que se ejerce. Es decir, imprimirle a toda la realidad, al momento de la percepción, un tinte de "nuestra" formación. En ello, tal vez, radica el hecho de andar leyendo todo lo que nos rodea como si se tratase de una gran texto disperso, fragmentario y  que, a la vez, funciona como textos autónomos, textos en sí mismos. La ciudad, al ser leída de este modo, podría ser vista como un texto colectivo, democrático, mutante y, lo que más me agrada, como ese espacio de comunión entre seres que se conocen, que no se conocen, que se conocerán o que se desconocerán por siempre. Se trata de una especie de comunión espontanea, simultanea y permanente entre seres de este tiempo, que la habitan y seres de otros tiempos que la abandonaron pero que, de algún modo menos evidente, quizá, la siguen habitando a partir de ciertos elementos que la componen: edificios, árboles, dibujos, leyendas en las paredes, mitos, etc. Amo la ciudad por esto, por permitirnos habitarla de modos tan distintos y significativos, por promover esta comunión promiscua de todxs con todxs. Por leer en una improvisada puerta de cholguán de un lujoso edificio antiguo de Santiago: "Maquieira al Nobel" y entender que, a través de ese mensaje, alguien intentaba comunicarnos (que me quiere sonar a "comunión" cuando se trata de una efectiva comunicación) a través de este texto que es la ciudad, eso, que yo también quisiera. La ciudadanía no puede ser para mí otra cosa que el habitar la ciudad, hacerla nuestra y permitir que nos posea, caminarla y permitir que nos desande, escribirla y dejar que nos vaya borrando y re escribiendo a su antojo. Que ser ciudadana no puede ser, sino, ser parte de la ciudad que es de todxs y que esa ciudad sea parte de unx. Por eso entiendo que  mi hijo tenga como propósito cotidiano salir con una bolsa a la calle a recoger la basura que es de todxs, hasta de él que no la ha botado; porque en su sabiduría inmensa comprende todo esto aunque no sepa escribirlo (que no es relevante realmente).

Decía Bertolt Brecht acerca del arte: "El arte, cuando es bueno, es siempre entretenimiento". Por ello, acompaño esto con un poema de Armando Rubio Huidobro sobre la ciudad y la ciudadanía, por tratarse de arte  en el sentido brechtiano de arte.


Ciudadano

No sé de dónde viene mi costumbre
de agravarme a las siete de la tarde.
Quizá sólo por ser un transeúnte
sin bigote o pañuelo, sin zapato ni amante.


No sé para qué vivo y por qué muero,
si ha tiempo me dijeron las gitanas
que tendré vida cara con un final de perros:
o sea que no pienso morir como Dios manda.


Conozco bien las piedras de andar, la vista gacha;
recojo los cigarros que pueblan las cunetas
agradeciendo todo en mis andanzas
de oscuros pies de barro y de madera.


Si yo fuera un cantor como soñaba,
me iría por el mundo cantando mis desdichas
para vivir del canto mío y que me escucharan
los que sueñan con una risa limpia.


Pero no tengo voz, ni pañuelo, ni amante;
no sé por qué me vuelvo amigo de los perros
cuando soy un transeúnte de la tarde
sin saber por qué vivo y por qué muero.


jueves, 19 de mayo de 2011

Wouldn't it be nice?

El Mito de Ariadna ('Ariadna)
    Ariadna es la hija del rey Minos y Pasifae de Creta. Su padre tenía en un laberinto al minotauro, a quien había que alimentar con gente ateniense cada nueve años.
    La tercera vez que los atenienses debían pagar su tributo, Teseo, -hijo de Egeo, el rey de Atenas- se ofrece a ir y matar al minotauro. El problema era que el minotauro vivía en un laberinto del que no se podía escapar.
    La hija de Minos, Ariadna vio a Teseo y se enamoró de él, por lo que decidió ayudarlo con la condición de que se casara con ella y se la llevara lejos de su temible padre. 
    Teseo aceptó, y así fue como Ariadna le regaló un ovillo para que una vez en el laberinto, fuera desenrrollándolo y pudiera servirle de guía al regreso e indicarle el camino de regreso.
    Cuando Minos supo que Teseo había matado al minotauro montó en cólera por lo que Teseo tuvo que apresurarse en la huída en la que lo acompañó Ariadna. Pero ella nunca llegó a ver la tierra de Teseo, Atenas, pues en una escala que él hizo en la isla de Naxos, la abandonó dormida en la orilla.
    Las versiones de esta traición varían mucho y se han hecho un sinnúmero de hipótesis. Se ha dicho que Teseo dejó a Ariadna en la playa porque estaba enamorado de otra mujer, también que fue por orden de los dioses, o sino que  mientras ella se encontraba en la playa recuperándose de un mareo, él regresó al barco, y este sarpó impulsado por un misterioso viento.
    Pero, Ariadna no se amilanó mucho y olvidó sus penas de amor con el dios Dionisio, quien se había enamorado profundamente de ella. Se casó con ella y la llevó al Olimpo. Como regalo de bodas le dio una diadema de oro que hizo Hefesto y que luego se convirtió en constelación.
    Sus hijos con Dionisio fueron Toante, Estásfilo, Enopión y Pepareto.
    Su muerte es objeto de varias versiones pues hay quienes dicen que Artemis la mató, cumpliendo órdenes de Dionisio. Pero también hay quienes opinan que ella murió en la isla de Naxos, donde Teseo la había abandonado cuando ella dio a luz.

*Pero, en una versión distinta y actual (y antojadiza), Teseo decide volver por Ariadna a la isla y la encuentra dormida, antes de ser descubierta por Dionisio. La carga en sus brazos, sin que ella despierte y la lleva a la nave que será impulsada por Eolo con el fin de que logren huir juntos, antes que Dionisio los alcance!

miércoles, 18 de mayo de 2011

Winged Migration

...but tomorrow I will fly...



*"Winged Migration", bello documental acerca de la migración de las aves...

martes, 17 de mayo de 2011

Y la imagen ¿qué?

Vivimos construyendo (y deconstruyendo) imágenes de lxs otrxs (y de nosotrxs mismos), pequeños altares y antialtares, aleatoria y permanentemente. Muchas veces, esas imágenes que van tomando forma a través de las palabras, de los actos, de los gestos, de los silencios, de las presencias, de las ausencias, etc. poco tienen que ver, según el otro, con lo que el otro cree ser ¿Y es qué, cuánto de lo que creemos conocer corresponde realmente a lo que conocemos? Somos seres sensibles (en mayor o menor grado), al fin y al cabo y nada más ni menos que eso. Estamos restringidos por ellos. Y por ello, lo que percibimos no es la realidad sino, siempre, un fantasma de realidad (y esto ya es tema viejo y se trata de buen modo, por ejemplo, en "Dark City") ¿Por qué culparnos, entonces? Claro que es probable que se ame la imagen que se tiene del otro, porque, en el fondo, esto es lo que percibimos y nada más. Ojalá, ahora, esa imagen correspondiera plenamente, con justicia rigurosa, con la imagen que tiene de sí la otra persona (que sí, es también una imagen!). Pero esto no es posible ¿Significa, esto, que no se ame realmente?¿Se tratará de un amor verdadero el lograr amar la imagen que el otro tiene de sí? Es un juego de imágenes y siempre será así. Y estas imágenes están en continua fuga, mutación, reformulación en nosotros mismos y en los demás. Por ello ¿será posible amar si la persona está siempre en cambio? Porque, que ame la que soy ahora al que eres ahora, no asegura que ame, efectivamente, al que crees ser ahora y serás mañana. No se trata, en el fondo, de deshonestidad alguna sino de limitaciones humanas. Y nos cuestionamos por eso ¡Pamplinas! ¡Tontuna! ¡Soberbia!

*Natalia Babarovic.
**Massive Attack.

viernes, 13 de mayo de 2011

Para viernes tristes, Happy Mondays...



La situación en "La cantante calva" (Ionesco), luego de una discusión entre el señor y la sra. Smith acerca de la probabilidad que existía de que: a) Llamasen a la puerta y hubiese alguien llamando o b) Llamasen a la puerta y no hubiese alguien, efectivamente, llamando, me recuerda a ciertos monólogos que van de diálogos. Sobre todo cuando esos monólogos tienen el objetivo de a) convencerse a sí mismo de lo que dice o b) realmente intentar convencer al otro sin escuchar para nada lo que el otro tenga que decir al respecto o c) intentar convencer al otro, escuchando lo que también tiene que decir al respecto pero desestimando cada cosa que el otro dice antes que éste termine de decir. Cuando conversamos o discutimos y no prestamos atención a lo que el otro dice por estar pensando en qué más "tenemos" que agregar al tema en cuestión, no estamos realmente dialogando. Lo que deviene en un monólogo interrumpido por algunos paréntesis (conformados por lo que el otro dice) o bien un diálogo entre lo que dije y lo que diré, entre MI enunciado pasado y MI enunciado futuro. Prestemos atención a ello, a pensar ¿cuántos de estos tipos de "diálogos" sostenemos a diario? Estando en ambos lugares, es decir, siendo tanto el que monologa como el que introduce esos paréntesis en el monólogo del otro. El asunto del eterno "monólogo exterior" producto, tal vez, de nuestro egoísmo, individualismo, soledad, desconsideración, falta de interés, incapacidad, torpeza, necesidad, ansiedad, enajenación, solipsismo, etc.explica, en gran medida, por qué existimos irremediablemente segregados, porque tenemos cero intención de ver en el otro algo más que un receptor (que conmigo misma, escuchándome atentamente, ya somos toda una audiencia de dos), una persona.

"EL BOMBERO: Voy a hacer que se pongan de acuerdo. Los dos tienen un poco de razón. Cuando llaman a la puerta, a veces hay alguien y a veces no hay nadie".

La cantante calva (fragmento), E. Ionesco.




*Ver 24 Hour Party People   http://www.youtube.com/watch?v=A1Qz2x94q6A
 ** Imagen: Sandy Skoglund.
***Últimas correcciones de mi editor (Q.E.P.D)

Y el baile de los que no sobran pero "sienten" que sobran igual??


Mi primer cassette de Los Prisioneros fue "La cultura de basura" (que lo desechó una tía por parte de mi madre y que yo recogí por curiosidad). Debía de tener entre 9 y 10 años(?). Pese a haber crecido escuchando y cantando "el baile de los que sobran" (tanto como "para amar"), nunca se me ocurrió pensar/sentir que no tenía derecho a cantarlo "con propiedad" hasta que, el otro día, en un asado, mi amiga L... mientras veíamos videos viejos (Los Violadores, Los Hombres G, Soda Stereo, etc), se pone de pie indignada (ya venía el asunto de la odiosidad desde la tarde acrecentándose entre bocinazo y bocinazo luego de haber perdido el clásico (al Colo le habían robado el partido los de la U) y nos dice/reta (a los tres que la acompañábamos): "Ninguno de nosotros tiene derecho a cantar ese tema" (y yo ya estaba de lo más entusiasmada agitando una camiseta imaginaria en el aire emulando al tipo del video). Hubo un silencio extraño, de ésos incómodos y mirándose los unos a los otros, que se quebró sólo cuando comenzó el siguiente video. Me sentí discriminada por el comentario, excluída del tema y además de manera totalmente injusta (paradójicamente, estaba sobrando en el baile de los sobran). Porque si bien, laboralmente tengo cierta estabilidad (que no existe realmente en el "contrato indefinido", que incluso, a veces, aterroriza más que el "a plazo fijo" por esa misma indefinición), he sentido que "sobro" en otros ámbitos de la existencia (no menos relevantes que el material). Y entonces, mi canto plegado (sinceramente) al  "únanse al baile, de los que sobran", claro, iba más allá del plano explícito en la canción. Me plegaba con toda propiedad en otros planos. Porque yo también aprendí varios cuentos cuando niña, por ejemplo y por citar sólo algunos:
1. Si actuas bien, te irá bien.
2. Todo lo malo se devuelve.
3. Si te toca (tu novio) es que no te quiere.
4. Debes ser humilde; es de sabios (el sistema te quiere humilde, le conviene ya que nos vende la humildad como servilismo).
5. Pintarse los labios de rojo es de puta (mi familia es bastante conservadora).
6. Si eres bueno en lo que haces siempre tendrás trabajo (casi siempre, de hecho, los "malos" tienen los mejores puestos).
7. Se progresa trabajando duro (he visto a mi abuelo trabajar duro hasta su vejez y no veo "el progreso" del que hablaban).
8. La gente pobre es pobre porque es floja (no siempre es así. Lo he visto).
9. Es bueno decir siempre la verdad (si se entiende "bueno" por conveniente, pues, no, no siempre es tan bueno).
10. etc, etc, etc (ustedes pueden agregar aquí todos esos cuentos aprendidos que no fueron empíricamente comprobados).


....y no se han cumplido.Y también he sentido que sobro en distintas situaciones (algunas más, otras realmente menos relevantes que no tener una buena posición económica (que parece ser muy relevante, socialmente hablando, en la canción)). Por ejemplo, he sentido que sobro en muchas fiestas a las que he asistido (asistí) al punto que me he evadido bebiendo. Estudié un año ingeniería civil y sentí que sobré, allí, desde el primer día de clases. He sentido que sobro socialmente al escribir (escribí) poesía (porque "no sirve de nada"). He sobrado, también, como novia, como amiga, como profesora, etc. También he sobrado en política. Me he sentido "sobra" al intentar, sin suerte, comprar un pastel de tres leches. Muchas veces he sido parte de minorías y lo de "sobrar" ha sido toda una experiencia desde ese lado.Todos hemos sobrado, según me parece, en algún ámbito y momento de nuestras vidas, incluso los ricos (que han sobrado pero pudiendo pagar cualquier cosa para sentirse mejor). Claramente es peor sobrar en todo esto y además ser pobre habiendo estudiado (como lo dice la canción!). Pero ése no es el punto, sino, el porqué "el baile de los que sobran" es un tema que podría ser cantado, con cierta autoridad, por cualquiera, aún como estos raperos blancos que cantan como negros*

*Afroamericano. ._.
**Recién hoy (por asuntos externos a mi voluntad) pude realizar mis/tus correcciones, editor.