miércoles, 20 de abril de 2011

"A veces es el lenguaje con que cada uno se cubre para hablar en vez de descubrirse"


Hace tiempo que no soy capaz de escribir nada que sea "literario" por un apego al silencio que me vino de manera repentina y mortal. De repente, comencé a no leer en lo que escribía lo que quería "expresar" y entonces, me decidí por esto de la "la página en blanco", por practicar el ejercicio que yo describí en su momento como "escribir  hacia la izquierda", ir(me) borrando. Nació en mi una suspicacia en relación a las palabras que me inmovilizó la mano por largo tiempo. Yo le temía a "la traición de las palabras" y este temor coartaba cualquier acción del lápiz hacia la derecha de la página, hacia la escritura, hacia la presencia. La ausencia me era cómoda (y me sigue pareciendo así). Las palabras son complicadas de seguir porque siempre están en continua fuga a nivel de significado y de sentido. Siempre están aludiendo a algo distinto y es ese paréntesis que se produce entre la palabra y el referente el que me ocasionaba tanto problema y tanta desconfianza. Era como si mis palabras no fueran capaces de establecer el puente que yo quería entre ellas y el significado. Como si en ese espacio vacío entre una palabra y otra, me perdiera.
Lo que yo acabo de expresar de manera tan fría, tan práctica, Rosamel del Valle lo comunica con maestría y belleza en los siguientes versos de su poema "Conversaciones":

"Es difícil abrir el corazón como se abren las ventanas.
Hay siempre un viento extraño viajando entre nosotros.
A veces es el lenguaje con que cada uno
se cubre para hablar en vez de descubrirse.
En eso hay algo semejante a las redes en animada
conversación con los peces. A los soles
de otro brillo y sin parecido, se dice, con los que ruedan.
Día abajo hacia otros hemisferios"

Luego, logré rescatar de "Vivir su vida" de Godard el siguiente fragmento de una conversación que se da en un bar entre Nana y un hombre desconocido/conocido (que es distinto de conocido/desconocido):
SILENCIO

"Nana: Es curioso. De pronto no sé qué decir, me sucede a menudo. Sé lo que quiero decir, lo  medito antes de decirlo...pero al llegar el momento de hablar, ya no soy capaz de decirlo... (sonríe).
(...)
Nana: ¿Por qué me cuenta historias así?
Desconocido: Ya ve...un poco por hablar.
Nana: ¿Por qué hay que hablar siempre? Muy a menudo habría que callarse, vivir en silencio. Cuanto más se habla, menos quieren decir las palabras...
Desconocido: Puede ser...pero ¿se puede?
Nana: No lo sé.
Desconocido: Siempre me impresionó que no se pueda vivir sin hablar.
Nana: Sería agradable vivir sin hablar.
Desconocido: Sí, sería hermoso, ¿eh? Es como si ya no se amase. Sólo que no es posible.
Nana: Pero ¿por qué? Las palabras deberían expresar exactamente lo que se quiere decir ¿Es que nos traicionan?
Desconocido: Pero nosotros las traicionamos también. Se debe poder llegar a decir lo que hay que decir, ya que se llega a escribir bien."


Cuando Nana apela a que las palabras deberían tener un sentido unívoco y a la traición de éstas (por tener multiplicidad de sentidos), caigo en cuenta, junto con el desconocido del bar, que las palabras no nos traicionan sino que, si somos incapaces de comunicar a través de ellas lo que queremos expresar, no es por una limitación del lenguaje, sino por una humana. El silencio, la página en blanco, la ausencia, la muerte, aluden a esta incapacidad humana de significarse, de escribirse, de existirse. Y en los versos de Rosamel queda explícitamente (encriptado) la incapacidad del ser humano (mi incapacidad) de des-velarse, entregar-se, des-nudarse en la palabra. Hablamos para comunicar lo que queremos que los demás vean en nosotros y no lo que nosotros queremos realmente decir/escribir. Nos censuramos, socialmente, en vez de utilizar la palabra con libertad. Por eso, pese a haber leído literatura de buena factura, estilísticamente hablando, muchas veces me queda la sensación que no hay honestidad tras ese lenguaje. Tal como me sucede al escuchar a alguien hablarme sobre algo de lo que se nota a leguas no está convencido/a. Y entonces, esas palabras mueren en el abismo que existe entre ellas y su significado, entre ellas y yo.

PS: Esto lo auspició The National con el álbum "Boxer". Este tema en particular: http://www.youtube.com/watch?v=DKWKRMxXB0M