sábado, 16 de abril de 2011

La difuminación de Bateman

...Bateman se interroga al finalizar la novela, de modo de interpelar al lector/a acerca del porqué actuaba del modo que lo hacía, tal vez, o por qué era como era, interrogante que asalta en cada asesinato tanto a las víctimas de Bateman como a los/las lectores/as...como al mismo Bateman, en cuestión. Y la respuesta posible, la anhelada 'confesión', no se encuentra en la última página del texto, es decir, en la respuesta evasiva que nos entrega Bateman (que se da a sí mismo y a sus interlocutores) "¿Por qué?, y respondo automáticamente, sin venir a cuento, por ningún motivo, y sólo limitándomea abrir la boca y a dejar que las palabras salgan de ella, resumiéndoselo a esos idiotas:
-Bien, aunque sé que debería haberlo hecho en lugar de no hacerlo, tengo veintisiete años, por el amor de Dios, y así es, bueno, como se presenta la propia vida en un bar o en un club de Nueva York, y puede que de cualquier parte, y a finales de este siglo, y como se comporta la gente, ya sabéis, yo, y el ser Patrick para mí representa, supongo, que, bueno, claro, bueno..."(pág. 561)
...la confesión que "exigimos" como lectores a Bateman, parece encontrarse diseminada en distintos momentos de la novela y claramente aflora en los momentos de "humanidad"(fragilidad)del personaje, por ejemplo, al entrar en contacto con la calidez de Jean. Jean, pareciera lograr, inconcientemente, des-conectar a Bateman de sí mismo, sacarlo de sí de modo que pueda "evaluar" su proceder desde "fuera": "...hay como una idea de Patrick Bateman, una epecie de abstracción, pero no hay un yo auténtico, sólo una entidad, algo ilusorio, y aunque yo pueda disimular mi fría mirada y tú puedas estrecharme la mano y notar que su carne aprieta la tuya y puede que hasta puedas considerar que nuestros estilos de vida son parecidos: Sencillamente, yo no estoy aquí. Me resulta difícil tener sentido en un determinado nivel. Mi yo es algo fabricado, una aberración. Soy un ser humano no contingente. Mi personalidad es imprecisa y está sin formar, mi inhumanidad es profunda y persistente. Mi conciencia, mi piedad, mis esperanzas desaparecieron hace tiempo (probablemente en Harvard), si es que existieron alguna vez. No hay más barreras que cruzar. todo lo que tengo en común con el incontrolado y el loco, el depravado y el malvado, todas las mutilaciones que he practicado y mi absoluta indiferencia hacia ellas, ahora lo he sobrepasado. Con todo, todavía me aferro a una sencilla y triste verdad: nadie está a salvo, nadie se ha redimido. Sin embargo, yo soy inocente. Debe asegurarse que cada modelo de conducta humana tiene cierta validez ¿Es el mal algo que uno es?¿O es algo que uno hace? Mi dolor es constantemente intenso y no espero que haya un mundo mejor para nadie. De hecho QUIERO QUE MI DOLOR LES SEA INFLINGIDO A OTROS. No quiero que nadie escape. Pero incluso después de admitir esto -y yo lo admito, incontables veces, en todos y cada uno de los actos que he cometido- y de encarar estas verdades, no hay catarsis. No consigo un conocimiento más profundo de mí mismo, no se puede extraer ninguna comprensión nueva de nada de lo que digo. No hay razón para que te cuente nada de esto. Esta confesión no significa nada..." (pág. 530)
...Bateman se rebela frente a un sentido de humanidad impuesto culturalmente, puesto que tiene conciencia de que todo aquel discurso carece de pragmatismo, es impracticable en una sociedad competitiva, cruel, incontinente. Todos los conceptos que conforman el espectro moral son arbitrarios y se nos entregan culturalmente a través de tradiciones incuestionables (son parte de la "esencia" humana). Ya el hecho de asumirse "humano" intentando calzar con el modelo pre-establecido, es altamente sospechoso ¿Es Bateman, entonces, inhumano? ¿Somos, cada uno de nosotros, humanos en el sentido moral?
"Sólo quiero que me quieran -maldiciendo al mundo y todo lo que me han enseñado: principios, distinciones, elecciones, moral, compromisos, conocimientos, unidad, oración. Todo estaba equivocado, carecía de objetivo final. Todo ello se reduce a: muere o adáptate. Me imagino mi propia cara sin expresión, la voz incorpórea que sale de su boca: Estos tiempos son terribles.."(pág. 486)
Bateman, a diferencia de Dante, no es redimido. Ingresa a su propio infierno conciente de que "no hay salida" ("Perded toda esperanza al traspasarme") e intenta adaptarse a él de modo de sobrevivir-se, de sobrevivir-nos.
"...donde había naturaleza y tierra, vida y agua, vi un paisaje desierto que no tenía fin; parecía una especie de cráter, tan desprovisto de razón y luz y espíritu que la mente no lo podía concebir en ningún plano consciente y si te acercabas la mente se tambaleaba y retrocedía, incapaz de percibirlo. Me resultaba una visión tan clara y real y vital que su pureza casi era abstracta. Y era lo único que conseguía entender, que aquello era igual a como yo vivía, a como hacía que las cosas se movieran a mi alrededor, al modo en que trataba con las cosas tangibles. Era la geografía en torno a la que daba vueltas mi realidad: no se me había ocurrido, nunca, que las personas fueran buenas o que un hombre fuese capaz de cambiar o que el mundo podría ser un lugar mejor si uno se complaciera en un sentimiento o una mirada o un gesto, si recibiera amor o cariño de otra persona...."(pág. 527)