A Leonardo.
Bajo una carpa que se hincha y desinfla al antojo del viento, las sillas aparecen ????? ordenadas sobre la alfombra verde que emula un prado atravesado por el scotch que no consigue invisibilizar del todo las junturas de las telas. Los estudiantes son obligados, so pena de muerte, a ocupar las sillas cercanas al escenario para que el gringo de Angloamérica no note la ausencia que toma asiento en las sillas del fondo. El gringo, luego de hacerse esperar un rato, descorre las cortinas del show entre cámaras y micrófonos que lo escoltan hasta esa ubicación olímpica, elevada e inaccesible para el resto de mortales asistentes a la ceremonia, y comienza un discurso en un castellano que detona las sonrisas precoces, luego risas experimentadas, del público escolar. Enfatiza, en su castellano de turista, la importancia que tiene para su empresa el fomentar la educación en Colina y esconde, bajo las palabras mal pronunciadas, la estocada relávica de su minera. Infla, como la carpa que encubre la escena, la cifra invertida en la construcción del liceo, mientras un chico, de los obligados a ocupar los primeros asientos, le dice a la autoridad vestida de profesor, que lleven al gringo a visitar los hoyos que cubre el prado verde, que le muestren al gringo los hoyos que la lluvia consiguió visibilizar, ésos que, en una mala cirugía, el scotch no consiguió cerrar, que qué le parece al gringo educarse con ese forado en la dignidad.