jueves, 27 de junio de 2013

Sin título

Eu sei, meu amor,
que nem chegaste a partir,
pois tudo em meu redor,
me diz qu'estás sempre comigo
(Amalia Rodrigues)


miércoles, 26 de junio de 2013

La costura del desastre*

Decidieron que el velorio se llevara a cabo con el ataúd cerrado ¿Quién querría despedirse, cara a cara, de ese cuerpo fragmentado desde el nacimiento? Sus padres ya habían tenido suficiente sufrimiento durante la niñez de aquella criatura que olvidaba ponerse las manos al levantarse. Aunque intentaron enseñarle a coserse las partes al cuerpo, con la lógica del cuerpo, ella, a veces, la olvidaba y en rebeldía (otras tantas) se cosía un pie en el brazo, una mano a la entrepierna, una entrepierna en lugar de la boca. (Sobre este punto vale la pena agregar que, por más que se empeñaron en organizarle el deseo, ella gozaba arrancarse la boca y coserse la vulva en su lugar y que, para aumentar la vergüenza de sus padres, solía pasearse por la casa chupándose los dedos. Los llevaba al lugar de la boca con gozo. Le placía pasar los dedos, uno a uno, por esos labios y a veces conseguía escabullirse rápido hacia la ventana y asomar esa boca desmesurada a la calle).
No faltó  la vecina curiosa que, haciendo caso omiso a las restrictivas cortinas, la altura desmesurada de la reja, el jardín tupido hasta la oscuridad, lograba divisar con ojos asqueados a la niña mal cosida y corría la voz en el barrio en el que la casa se levantaba como una leyenda.
Estaba decidido. Ni siquiera la coserían al momento de su muerte. No valía el esfuerzo esa costura final. Que el ataúd sellado fuera el epílogo de ese error de la lógica y comenzara, entonces, el olvido de esas partes desmembradas por la voluntad divina.
Había que silenciarla parte por parte, olvidarla a partir de su ausencia, acallar el dolor de su existencia en su vida. Había que silenciar a la niña.

*Blanchot

Exiliado del todo o Autopsia de las partes

1.Desmembrar: dividir las partes de un todo
2. Mi brazo derecho en Buin, quedó, señores oyentes,
el otro por San Vicente quedó no sé con qué fin...
3. Se me enredó en San Rosendo un pie al cruzar una esquina, 
el otro en la Quiriquina se me hunde mares adentro.
Como una stripper profesional
bailaste tu último baile en esa esquina
en que le mostraste el culo a la muerte
le mostraste la pierna
le coqueteaste con la boca mal pintada
y Rucia  la malhablada
diseminada por los cuatro puntos  cardinales
de esta ciudad cómplice
de esas noches cómplices
en que yaciste congelada y sola
con la confesión en la punta de la lengua
sin oídos que atendieran a la música trágica
de tu existencia quebrada
y repartida
y censurada
y negada
no tenías derecho a  yacer siquiera
unido
cosido
zurcido
atado a tu dolor 
hilvanado a sus calles yaciste
desmembrado
como la Violeta
roto desde el pulso
rucia, te mostraste de a poco
un marzo algo de cabeza 
un abril algo de tronco
y las manos
con las huellas del vientre arrancadas
sólo faltó Cupido y 
rearmó tu figura en la página del diario
te desmembró en los correos electrónicos
de todos
con el terror cosido a los ojos
Rucio, 
te cosieron el temor a la boca
no hables, Rucio,
no mires, Rucio,
cúbrete el cuerpo, Rucio,
cúbrete el abandono,
cúbrete la noche,
maquilla la soledad,
silencia la esquina,
escupe la sonrisa,
cúbrete el oficio,
no bailes más, Rucio,
no existas












La escritura solipsista o el engolosinarse con el Y-O




No se podría, a estas alturas, hablar de escritura burguesa, y tampoco me interesa limitarla a lo capitalista (transar el yo en el mercado de ellos, lanzar el YO al mercado textual a ver quien lo compra). No se trata de eso. Este mismo texto debería, por estrategia, estar escrito en tercera persona para evitar la crítica boomerang del "habla contra la escritura solipsista pero desde ella, desde la primera persona, desde su y-o". Pero no me importaría recibir esa crítica boomerang. No le temo al lector/a que pretenda defender su escritura (cargadamente solipsista) a través de una crítica tan esperable como ésa. Es decir, lanzo yo misma la crítica a mi texto para provocar a ese lector, para que su fundamento pase de esa crítica previsible a una defensa/ataque relevante por inesperada.
Es que sí, estoy contra la escritura que se constela siempre en torno a un y-o y es que siempre se escribe desde ese lugar, pero, vamos, la literatura, por sobre todo, es juego y el ser juego permite, afortunadamente, el utilizar disfraces, hacer el amague de decir algo sin decir, utilizar la ubicuidad, en fin, jugar a escribir, jugar con el lenguaje, cambiar de voces, de pieles, aunque siempre, bajo esas voces o pieles, se encuentre ese y-o inevitable. Porque, de lo contrario, se reduce la escritura a una especie de medio para estarse autocitando, terapiando, declarando, afirmando, reprochando, etc. continuamente. No creo en esa escritura terapéutica del rescate ni en la escritura amorosa que siempre pretende conmover al sujeto amado. Reniego de esos usos por planos, no lúdicos, gastados, vergonzosos, y porque reducenempobrecen el oficio de escribir a fines prácticos.
Alguien dijo en una lectura poética, frente a la crítica de que sus textos eran demasiado herméticos (o elitistas, dependiendo de la fineza del lector/a), que no le interesaban las críticas, que escribía para sí mismo. Yo digo, escribe sobre ti mismo para ti mismo sin problema, pero, si es eso cierto, ¿para qué (te)publicas? Y viene el silencio del escritor solipsista y "lector de sí mismo".
Pese a ser criticada por citar en alguna oportunidad a Deleuze, creo que lo que él dijo guarda mucha relación con el tema. El francés afirma que le molesta demasiado que algunas personas crean que su vida es tan interesante como para literaturizarla (y aquí soy generosa, pues, en algunos casos, ni siquiera se dan el trabajo de ficcionar), que basta contar una anécdota para que ésta adquiera el estatus de narración literaria, que la literatura (y el arte, en general) se reduzca a una expresión plana y vacua acerca de nuestras vivencias. No sé qué distinga a una narración de tu día de una narración artística, pero sí estoy con eso que expresó Cortázar en sus acercamientos al cuento, que es que, el cómo es más relevante que el que. Y no soy formalista, no estoy con la forma por la forma. Pero tampoco por el contenido lanzado sobre el texto sin la fuerza ni carácter de Pollock. Por ejemplo, sobre la escritura en verso, no me gusta que se trate al poema como a un chorizo (esto es bonito, podría llamarse "la escritura en chorizo"), es decir, no me agrada que los cortes de versos sean azarosos ni sistematizados, que sean porque se le ocurrió cortar el verso allí o porque el programa de texto le tiró los versos siguientes abajo o porque hasta allí llegó el verso de arriba y vamos dejando el poema/chorizo en bloque demasiado concreto (y esto suena ya a dictadura del verso, pero y qué). Estoy convencida que el verso sigue unido, como lo estuvo en su origen, con el ritmo. Y por tener esa unión musical, no se puede escribir un poema como quien fabrica una tira de chorizos. Los cortes deberían tener relación con la musicalidad del habla, de modo qué, cualquier persona que leyese el texto, (des)cifrara ese ritmo en la lectura. El escritor/a debe ser capaz de plasmar su habla con sus tiempos con sus altibajos y matices en el texto. El verso debería ayudar a ello. Además, los cortes del poema deberían apuntar a cierto sentido (aunque no lo tenga, que se pudiesen adivinar múltiples sentidos), sugerir que aquí se silenció el poema por una razón, que luego el poema habló tres líneas abajo por otra...etc.
No estoy por la escritura del Y-O, como no estoy por la lectura del Y-O (que sólo se escriba para sí mismo, salvo que de verdad sea así y no se publique), como no estoy por la escritura en chorizo, como no estoy por los poemas declaraciones amorosas (mejor enviar un correo), como no estoy porque nuestra cotidianidad devenga en obra de arte (sí estoy porque nuestra vida es la obra de arte más importante, como afirmó Niet) porque sí, como no estoy por Bachelet porque sea mujer.
Sí estoy por el juego literario, por los amagues literarios, por las volteretas literarias, por los saltos al vacío literarios, por los piscinazos literarios, por las piruetas literarias, por los desbordes literarios, estoy por abrir la puerta y mirar lo que hay fuera, que no es poco.


domingo, 23 de junio de 2013

Teoría de las ideas (con caballitos)


She's a rainbow

A Zazie y el metro


Experta domadora de arcoiris
directora de océanos
sembradora de soles
segadora de espinas
intérprete de pájaros
escritora de puentes
costurera de libros 
mapeadora de techos
topógrafa de sueños
buscadora de agujas en el pajar
lanzadora olímpica de agujas más allá de todo Atlántico
quiropráctica de corazones destartalados
saltadora de entuertos
nadadora al borde de todo horizonte
partera de postes
villana de la lengua rota
jugadora de payaya
cazadora de gatos
levantadora de estrellas
pobladora de esquinas
okupa veredas
diseminadora de challa
exorcista de cachureos
terrorista de piñatas
quiromántica de las calles
desabolladora  de frutos caídos
soldadora al arco y flecha
nómade incansable y
doctorada en recolectar pelusas.

                                          Zazie, mi hablante favorita.









martes, 18 de junio de 2013

Proyecto para un balcón u ornitología del encuentro

A ti.

Claro que me gustaría que vinieras en agosto. Si quisieras, podríamos mirar a los picaflores del Almendro. Siempre vienen ese mes a desvestirlo de sus pétalos con la mayor gracia que pudieras imaginar. A veces los veo disfrutando entre sus flores blancas, acercando sus alitas con sumo cuidado, como si no quisieran rozar los pétalos, o bien, como si quisieran controlar ese roce a voluntad. No les place ese roce inmotivado, sino, aquel roce premeditado, esperado, provocado ¿Recuerdas esa tarde en la que desembalamos el televisor? Estuvimos toda la tarde sentados en el cuarto, moviéndonos según transcurrían los rayos, con el plástico de embalaje entre las manos, gozando del placer de reventar burbuja tras burbuja. Se me figura que, producto de esta imaginación escandalosa que ya me conoces, los picaflores se acercan así a las ramas, intentando prolongar el momento entre la ausencia de contacto y el roce. Ese paréntesis contiene cada roce imaginario que el picaflor proyecta y cada uno de estos es distinto entre sí y distinto del real. Así, su placer es infinito y siempre otro.
Debes sospechar que son criaturas muy nerviosas por lo que tendremos que sentarnos en silencio y con paciencia. Pondré cojines en las sillas para que no te incomode la espera. Tal vez te parece un modo curioso de pasar el tiempo y lo es. Muchas veces hay que esperar bastante rato para contemplarlos algunos segundos pues, apenas adivinan que los estás mirando, vuelan lejos, aunque no demoran en regresar. Es un vuelo de despiste  así que debes aprender a actuar frente a ellos luciendo despistado, entiendes? Cuando ellos nos miren, debemos hacerlos creer que no hemos advertido su presencia fijando la mirada en cualquier punto otro del plano, en los techos, en las nubes, en la ropa tendida; el asunto es evitar sus ojos. No les agrada ser descubiertos en sus juegos florales. Ya te habituaras a esta rutina de alturas.
Yo no sé qué pensarás de esto, de ponernos en el balcón a observarlos...agosto es un mes frío, pero te ofrezco mi árbol. También podemos preparar un té. Sabes que ese café tan cargado me hace mal, aunque sea de esa marca que siempre mencionas y  nunca recuerdo (y que acabo de recordar! Zanetti...). Puedes traer tus discos, aunque yo sea quien los ponga en el tornamesa. Soy quisquillosa con el tema de las agujas, aunque mi Tata me ha dicho que puedo encontrar repuestos en San Diego o el Bío. Podríamos aprovechar de pasar a buscar el libro del Marqués donde el señor que vende ciencia ficción y jugar a quién pilla el libro más bakán antes (juego que siempre te permito ganar).
Eso ¿Te tinca lo de los picaflores, entonces? Confírmame con antelación para poner un par de sillas en el balcón, que por ahora sólo está la mía esperando a que regresen.
e



lunes, 17 de junio de 2013

De "IPPR" VI ANÁLISIS ONÍRICO


"El increíble vuelo en  un mundo peligroso de un hombre que no existe.
Michael Knight, un joven solitario en una cruzada por defender la causa de los inocentes, los desamparados y los débiles, en un mundo de criminales que operan por encima de la ley"


Otro sueña. 
Pablo me abrazó en la escalera. Yo escondía el martillo en mi vientre. No me gustaba que me abrazara así, se pegaba a mi por mucho rato. Prefería los abrazos acostumbrados, esos que duraban un par de palmadas en el hombro. Pero su infantil abrazo huérfano me descolocaba a tal punto que casi saco el martillo en esa escalera y lo golpeo cuando su cabeza reposaba en mi hombro. Le dije que me soltara, pero se aferraba más. Entonces, le dije que me soltara o se iba de mi casa y él comenzó a llorar. Al principio hice caso omiso a su llanto, infantil, como todo en su persona. Era la reacción aprendida. Siempre me pareció un joven frágil y por ello me complacía más hacerlo blanco de mis comentarios más crueles. Mientras más sufrimiento le ocasionaba, más gozo descubría mi mano. Sus llantos siempre cesaban ante mis sobreactuados (y lo bastante bien para convencerlo)  lo siento, no quise decir eso. Pero esa noche Pablo no dejó de llorar.
Me sentó en el sillón mientras buscaba algo en el equipo. No sé por qué lloré tanto si ya me había habituado a sus desprendimientos postizos y sus amenazas anticipadas, por si no resultaba lo primero. Estuve sordo horas y a punta de voluntad me negué a abrir los ojos a su rostro de diosa despechada.  Desde el equipo musical se erguía titánico el sonido del auto fantástico, dejando caer sobre mi cabeza ese bajo inalterable y esa voz en off que narraba la historia de su paladín. Mientras, yo, henchido de mares inundaba todo el cuarto, ella no paraba de repetir la introducción.


domingo, 16 de junio de 2013

De "Informe psiquiátrico de Pablo Rojo"


                                              "Celos de mujeres no tenía con mi esposo, yo pienso que a toda mujer se le pasa la mano de repente, pero yo nunca amenacé a mi esposo porque lo amo"


V ANÁLISIS ONÍRICO

La mano sucumbe ante el primer martillazo.
El brazo se borra.
El rostro se oculta justo al tercero.
Antes del primer golpe
la sombra de una mano proyectada en una pared 
carmesí
pero no la mano
no esa mano
no su mano en caída libre. 
El brazo se prolonga sobre un espacio indeterminado
se esfuerza sosteniendo una mano que destella
muda.
El rostro de los celos recorriendo la casa
en llamas
incendiándolo todo 
a su paso el martillo escondido en el vientre materno
desde toda la vida.
La infancia, un punto ciego en una noche roja.

SN1987a


A SN1987a

"Esto es para contarte, que aquí te espero
para decirte al oído lo que te quiero
para poder decirte lo que te quiero
Así que ya lo sabes, aquí te espero"
(Los Planetas, Alegrías del incendio)




... como si el latido se pudiera reinventar, domesticar, educar, moralizar, contener, cuando es todo desborde

 sobre todo

mi corazón late cosido a tus destellos de estrella desbordada
será que estamos cosidos a la misma estrella*?
mi estrella me dijo que ella era vida y le creí
y bebí de sus destellos errantes y viví en ella
y su luz cegó al universo cuando ella abrió los ojos
ella vino y se quedó una noche gestada de un tiempo de otra época
en ella el reloj voló como un pájaro confundido
desprendido de horarios
desprendido de minutos
desprendido de segundos
ella vino a reinventar el tiempo y guardó el espacio en su bolsillo
y la vi entonces soberana de sí misma y la amé
eternizada
enraizada a su constelación de plata
tejiendo, la Tarántula, su tela de luces sobre mi cielo
ella desplazándose en llamas por una vía láctea
saciada de sí misma
incendia
cada nube incendia
cada
nube incendia cadanube
que suenen Las Campanas

*Vicente, mago y poeta.





jueves, 13 de junio de 2013

Ejercicio ??: "Informe psiquiátrico de Pablo Rojo"

"¿¡No será que usted entró ese día, pero antes, señora Jeannette ?
¿No será que entró antes a romper la chapa?
 ¿No será que usted dejó a sus hijos, antes, de esa forma?!"

I DATOS DE IDENTIFICACIÓN
  • Nombres y apellidos: Pablo Rojo.
  • Edad cronológica: 16 años sin meses.
  • Fecha de nacimiento: no relevante
  • Lugar y fecha de evaluación: Centro de atención psiquiátrica especializada.
  • Grado de escolaridad: 3º medio.
II DATOS DE LA EVALUACIÓN
  • Áreas evaluadas: neurológica, emocional.
  • Técnicas empleadas: observación, pruebas proyectivas, análisis onírico, hipnosis.
III MOTIVO DE LA CONSULTA
Adolescente es golpeado brutalmente con un objeto contundente (martillo) por su madre. Presenta daño neurológico severo padeciendo de trastornos del sueño y de la memoria. Actualmente, en tratamiento.


IV ANÁLISIS ONÍRICO

La memoria, un espejo fracturado al compás de un martillo ciego, abriéndose paso en una cabeza que se niega a rebobinar, a recobrar lo innombrable, a reunir lo disperso y en rojo, no.
La memoria, tarde, siempre tarde, se ovilla  primero a modo de fotogramas que se proyectan en los ojos del niño Rojo. Intenta, sin éxito, editar los recuerdos. No había martillo. Sólo la mano sin martillo. Pero el fotograma se rearma en su cabeza rota, una vez más, y ya no hay mano, sino, un martillo sin mano, una mano sin brazo, un brazo sin rostro alzándose en medio de una noche que se desangra tras los cristales de la casa rojo, un martillo que fractura el tiempo en dos y mil pedacitos de la noche permanecen titilando en una constelación que ilumina esa oscuridad uterina al ritmo de una ranchera que estremece la mano, que estremece el brazo, que delata el rostro de un Otelo incendiándolo todo de carmesí.

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EL HECHO (?)

Ayer, en la audiencia, ese hecho tuvo tres versiones confusas.


"Yo vi al Pablo, quedé en shock, salgo y entra mi esposo. Cuando yo estaba apoyada en el auto ingresó mi esposo, en eso mi esposo empieza a gritar y sale para afuera a gritar. Pedía ayuda. En eso yo entro, de nuevo y me acerqué al Pablito de nuevo y ahí salí para afuera a ver a mi esposo (...)", dijo en un comienzo.


Treinta segundos después, el relato es otro: "Cuando yo abro la puerta, le grito a mi esposo porque no podía hablar bien. Él entra y yo me quedó ahí (afuera), me quedo y él entra y sale y yo estaba afuera en la reja y yo me puse a gritar también y en eso mi esposo sale gritando también (...). Yo me devolví y entré porque quería ver al Pablo, me acerqué a mi hijo. De ahí volví a salir para afuera y ahí veo que mi esposo venía de arriba, del mismo pasaje. El gritó algo del Esteban y ahí entré yo sola y me acordé del niño", respondió a las contrapreguntas.


"Vi al Esteban primero, porque yo entré a la casa primero. Después ingresó mi esposo, salió. Salió para arriba (por la calle), gritó Esteban, ahí subí y bajé dos veces y ahí gritaba afuerita por el Esteban (...). La vecina dijo que no había visto al Esteban (durante el día) yo ingresé y ahí grité acá está, acá está. No volví a entrar", dijo finalmente.

domingo, 9 de junio de 2013

Ejercicio ?: Un prado demasiado verde


A Leonardo.


Bajo una carpa que se hincha y desinfla al antojo del viento, las sillas aparecen ?????  ordenadas sobre la alfombra verde que emula un prado atravesado por el scotch que no consigue invisibilizar del todo las junturas de las telas. Los estudiantes son obligados, so pena de muerte, a ocupar las sillas cercanas al escenario para que el gringo de Angloamérica no note la ausencia que toma asiento en las sillas del fondo. El gringo, luego de hacerse esperar un rato, descorre las cortinas del show entre cámaras y micrófonos que lo escoltan hasta esa ubicación olímpica, elevada e inaccesible para el resto de mortales asistentes a la ceremonia, y comienza un discurso en un castellano que detona las sonrisas precoces, luego risas experimentadas, del público escolar. Enfatiza, en su castellano de turista, la importancia que tiene para su empresa el fomentar la educación en Colina y esconde, bajo las palabras mal pronunciadas, la estocada relávica  de su minera. Infla, como la carpa que encubre la escena, la cifra invertida en la construcción del liceo, mientras un chico, de los obligados a ocupar los primeros asientos, le dice a la autoridad vestida de profesor, que lleven al gringo a visitar los hoyos que cubre el prado verde, que le muestren al gringo los hoyos que la lluvia consiguió visibilizar, ésos que, en una mala cirugía,  el scotch no consiguió cerrar, que qué le parece al gringo educarse con ese forado en la dignidad.

viernes, 7 de junio de 2013

We can be heroes

A Pablo.

Though nothing,
will keep us together
We could steal time,
just for one day
We can be Heroes,
for ever and ever
What d'you say?
(D. Bowie)






Había que perderse, sí, con piedritas en los bolsillos,Virginia, con las manos sembradas de perlas como una ostra, desbordada de sí misma Alejandra, con los cordones de las Converse adornándote el cuello, Sarah, como tantas! La cuestión era perderse desde el principio, que siempre se trató de la pérdida, porque se pierde tanto! Y ya no hay rosario que aguante, ni de piedras, ni de perlas ni de palabras, que las palabras siempre están solas por más que se aten a un mismo rosario, están solitas formando filas, vacías, aunque parezcan dialogar en sus oraciones, no existe plegaria que las acompañe en el último momento, soledades plegadas plagadas de soledad escribiendo desde el abismo en un pie, equilibristas de la nada sujetan el bastón blanco sobre un texto que no vale la proeza, ningún texto vale la proeza, ninguna proeza vale...pero se juega como si valiera la  pena escribir el paréntesis, escribir entre paréntesis desde el principio, nacerse en el paréntesis como si de eso se tratara todo, un paréntesis desplegado como un puente entre la nada y la nada, como si hubiese un sentido desmigajado en el collar, entre la primera perla y la última, pero no, entre ellas sólo hay piedras, tal vez el Pacífico naufragado en el parabrisas del Electra, el océano Pacífico desplegado tras el parabrisas de Amelia, sólo el parabrisas entre el océano y Amelia, perdida en la inmensidad del sueño, de la proeza inútil de siempre, un despliegue de alas totalmente fatuo, como todo...y qué?


miércoles, 5 de junio de 2013

Edipo Lector

Luego de leer el texto
Edipo se arrancó los ojos

Santa Helena auspicia...


"Nuestra divina Matrona de los vinos
Ilumina nuestros lápices
para que podamos incendiar la blancura de la hoja
sólo con versos profanos y etílicos
cargados de cinismo e histeria
nuestros textos, una molotov
rozándote el alma"

Terroristas domésticos 2013

domingo, 2 de junio de 2013

"La noche inventada"*

Dibújame una noche llena de cohetes naranjas.
Yo te daré las estrellas y tú las pintarás de plata,
pintarás todo de plata...



Aquí te dejo el corazón
                                      LATE LATE siempre LATE para nosotros
Te dejo la mano, si quieres
ANUDANDO la noche 
                                      TÚ siempre brillas en cualquier NOCHE

Sobre esta OLA llegamos a cualquier parte
sobre esta NOCHE... 
                                   QUERIDO, aquí te dejo el corazón y la mano, a TI,

La SOLEDAD es una palabra fragmentada en dos.
UNO siempre es más que dos.

*Family

The Box- Orbital



*con Tilda Swinton.

Ají de gallina

Me placen los rituales, las rutinas, ir creando costumbres y hacerlas mías, enraizarme en ellas. No soy de apegos, pero las rutinas han sabido tejer lazos inalterables en el tiempo: levantarme el fin de semana y poner en el tocadisco el primer vinilo que encuentre (sorprenderme con un bolero, con la voz de Víctor, con esas bandas de jazz que pensé te gustarían, con ópera, con Dvorak, Sinatra, Joao...), prepararme el único café del día, abrir las cortinas porque me gusta la luz, salir a mirar el almendro, a ver si ya han llegado los picaflores...darle la mano a él, que duerme junto a mi, a ver si se despierta y podemos desayunar juntos. Por lo general, toma mi mano e intenta abrir los ojos o esbozar una sonrisa, pero el sueño le gana y con lentitud, siento como su mano pierde fuerza y el sueño gana otra vez.
Los domingos son de feria. En Conchalí se ponen montón de ferias todos los días, salvo el día lunes (que no hay ferias en ninguna comuna de Santiago). La rutina del día domingo empieza esperando a que mi mamá se levante pues es el día en que la acompaño a la feria. Hace unas semanas, comencé una nueva rutina: comer comida peruana en un puesto. No sé por qué me molesta que, al verme llegar, la señora de la comida le comente a sus contertulios "allí viene la chilena". Me carga que me diga "chilena". Es pura tontuna, pero siento que me excluyen. Si sólo dijera "allí viene la de todos los domingos"...yo no le digo "la señora peruana", aunque seguro no le molestaría. Yo soy la que tiene problemas con el lenguaje y sus etiquetas e invento relaciones inexistentes(?) entre las palabras y el mundo y las personas. Por eso tiendo a enojarme por asuntos que nadie entiende. Y no me vendo de incomprendida, no, me vendo de lesa. Hoy iré por mi ají de gallina. La señora ha dicho "cocinaré ajicito para mi familia y la chilena, que hace tiempo me lo pide...". Lo he oído al alejarme del puesto. Las palabras "familia" y "chilena" en la misma oración me han irritado aún más por la frontera de la Y. Yo no sé qué hace la señora que me es imposible enojarme con ella. Me tiene comiendo de su mano. Espero los domingos por la mañana para ir a comer sus papas a la huancaína con ese maíz que ella llama de un modo que nunca puedo recordar y suelo, todos los domingos, volver a preguntar cómo se llama el maíz y ella me lo vuelve a decir, sonriendo, mientras cubre las papas con mucho de eso y deja para el final la misma pregunta de siempre "¿Le pongo rocotito?" y yo le salgo con la tontuna de siempre "sí, que soy picante" y siempre nos volvemos a sonreir. Amo ese ritual.

* Hoy no me tuvo ají de gallina, pero me llamó amiga...