Érase una vez una gata que amaba a un príncipe
y un príncipe que amaba a una princesa
y una princesa que amaba a un gato
y un gato que se amaba a sí mismo.
Sucedió que la gata no se transformó en princesa
ni el príncipe en gato
ni la princesa en gata
ni el gato en príncipe
confluyendo en un beso
promiscuo y doloroso
gatos/príncipes/gatas/princesas