"Querido Jorge: Tienes que disculparme al no haber ido anoche. Soy tan
distraido que iba para allá y en el camino me acuerdo de que me había
quedado en casa. Estas distracciones frecuentes son una vergüenza y
hasta me olvido de avergonzarme.
Estoy preocupado con la carta que ayer concluí y estampillé para vos;
como te encontré antes de echarla al buzón tuve el aturdimiento de
romperle el sobre y ponértela en el bolsillo; otra carta que por falta
de dirección se habrá extraviado. Muchas de mis cartas no llegan, porque
omito el sobre o las señas o el texto. Esto me trae tan fastidiado que
te rogaría vinieras a leerla en casa.
Macedonio"
("...como si ya supiése que lo decisivo no es esta morosa y prolija realidad sino su reverso, el otro lado, la ausencia que fue edificando, laboriosamente, para luego desaparecer convertido en niebla. Desde allí, sin embargo, sigue enviando sus mensajes:")
" Distinguido literato: ha de tener usted a bien explicarse mi personal inasistencia a su banquete por el hecho de que un amigo al que rogué faltar por mi no supo desempeñarse y tuve que hacerlo yo mismo"