martes, 10 de julio de 2012

Mi cama

Donde confluyen todos los sueños
en cauce bifurcado 
por mil
ramas que ilustran su genealogía en diáspora
grabada con travesura en un tiempo real e inventado
para un espacio que permanece:
la almohada
reproduciendo todos los sueños
simultáneamente y en paralelo
en pliegues con textura familiar y
olores que transportan esto del día
aquello de la semana
lo lejano de ese mes
lo olvidado del año
lo desvaído de la niñez
como un tejido que se devela en un punto en fuga
apresado entre las sábanas
en ese sueño rescatado tras el primer registro del día
que llega como una pintura de Pollock
difusa y clara
con el sabor de la lucidez que se sospecha desde la locura
temprana del despertar
proyectada en el techo de cada habitación
examinado con atención cirujana por ese ojo nuevo
y que se diluye en el reloj de lo cotidiano
como si jugáse a las escondidas con el día
y se atreviése a reaparecer en compañía y complicidad del crepúsculo
y viniése a librarnos a todos de todo
-"¡por mi y por todos mis compañeros!"-
grita solidaria con una mano sobre la muralla
mientras nos dormimos
la memoria se rev/bela en la pieza oscura
impudorosa entre los brazos del sueño
en la cama
desnuda


Jackson Pollock.