lunes, 28 de mayo de 2012

Epitafio

nació preñada de versos
vivió en estado de coma
acostada sobre un manojo de palabras
escribió desencanto
con la esperanza de reencantarse
en la orfandad del beso compartido
se fracturó el deseo
por cargar con espejos rotos
se lastimó el sentido
le practicaron un par de resucitaciones
inefectivas
se condujo nigromante de la fatalidad
y cosechó siempre tempestades
gustaba oir las miradas silenciosas
en llave de sol
en escalas menores
tuvo la razón conversa y lúcida
en la mitad del sentido
inventado
caminó descalza sobre mares de olvidos
sin fe alguna
lloró en una estación de metro
en horario peak
sobre carros de rostros de vidrios
aulló a la luna licántropa de pasión
hasta el último gemido
dominó el arte de enamorar al equivocado
siempre
el oficio de pasar intrascendente por sus cuerpos
públicos

quebró la noche contra el suelo sus días de rabia
una a una de estrellas la cocina
en crisis
salpicada
esculpió sonrisas sobre muros de lamentos
que albergaron peticiones sin cumplir
se desnudó de lo aprendido con algo de gracia
de bailarina de caja
coja y manca
intentó girar
estornudó unos "te amo"
sin llegar a resfriarse
pese a los síntomas engañosos
de la hipocondría colectiva e histórica
se reveló en cuartos oscuros
colgando en blanco y negro
para fotográfos amateur
folló kinetoscópicamente
en claroscuros acompasados
en fotogramas coloreados por Melies
fabricó sueños y exportó soledades cortopunzantes múltiples
en lesiones imaginarias
con quejas falsas
pirateadas con algo de pulcritud
y transadas en mercados clandestinos
no amó y fue amada
en otras
en un desplazamiento amoroso
violento y desolador
se anunció con la fanfarria de ese primer llanto
híbrido
en la indigencia del nacimiento
prefiriendo el llanto calmado
llevando la procesión por dentro

murió en la soledad de la página en blanco
de la vida imaginada
_______________________________________
La ciudad respirada de Santiago
La poesía está afuera
en ese cerro coronado de bruma