Por las escaleras de Lisboa
siguen paseándose perdidas
nuestras manos de la mano
las risas fáciles enredadas
entre versos de Pessoa y acordes de fado
mis siestas entre paseo y paseo
en el Rossio
tu portugués champurreado
entre turistas asiáticos y su colección de momentos
desfilando por el móvil
-recuerdas?-
yo no supe llevarme momentos
sino quedarme allí dispersa
entre las escaleras y tu mano
dormida y despierta entre los rieles infinitos
suspendida en un tiempo
recobrado
en la letra
docilizada a golpe y porrazo
por una mano salvaje y traviesa