domingo, 25 de noviembre de 2012

Gorjeo




No podía escribir. Cada vez que lo intentaba salían pájaros de su boca y de sus manos. Pensó que por la noche sería más fácil y cogió un lápiz y una hoja. Pero apenas intentó dibujar una letra, comenzaron a cantar. Los sintió a la altura de la garganta, con ese canto que abre el amanecer y cierra el día. Entonces, permaneció inmóvil a ver si conseguía engañarlos, que ella nunca pensó en escribir ni en engañarlos. Silenciaron su obertura de garganta y sintió que volvían a sus nidos a la altura del pecho. Tenía una bandada completa anidándole el corazón, una bandada completa silenciándole la mano ¿Cómo volver a escribir con tanta ala rozándole la carne? Con cada palabra, venía un pájaro a la boca y dos en la mano. Y si alcanzaba a escribir dos palabras, asomaba un pájaro en su mano empuñada y dos pájaros  comenzaban a recorrerle la boca, esconderse entre sus dientes, dar saltitos sobre su lengua, hasta ahogar esas dos palabras a fuerza de gorjeos. Era él quien le hablaba desde su departamento, a corazones de distancia, con un pajarito plástico pegado a la boca.
 https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlzDBw5OK9p1xWkv6EHExXe76tmDc_k9Jupl_1XhP8on-ycA5MILVVxiVS3SW-fsZNqBuJSt1vDiDRyOkPoIM85Nr0VuslJB1kpke_OoRT7AkksDlXC1Bav2LANs9teLCuZbJDPHh_HXU/s400/pajaroAgua+003.jpg

jueves, 22 de noviembre de 2012

Ejercicio 5





porque el recuerdo sabe a estafa de una memoria persistentemente traviesa esperando en esquina y esquina de esta cabeza que le sigue el juego que cree aún que el recuerdo permanece intacto el recuerdo de mentira pende de esta cabeza crédula            aún             que a veces se pregunta cómo estabas así tan lejos más lejos que a veces le juegas al fantasma y aún te juega con la misma torpeza de siempre y enciende inciensos en tu departamento para sentirse como en casa como si no quisiera saberse en tu departamento tan lejos y entonces el incienso se funde con un recuerdo prestado en que ella enciende incienso en tu departamento en primavera justo antes de partir a la plaza de los perros en Malasaña a esperar que pases por allí y que te encuentres con Rufo y que Rufo te intente morder a pesar de tus ganas de caricias y que ella ría y rete a Rufo y tú repares un segundo en su sonrisa de invierno y recuerdes reloj de olvido sólo recuerdos prestados y bonitos como te gustan bello         mío      a(t)ún

Inconsolable, Erika Kuhn

domingo, 18 de noviembre de 2012

Cat Power, obvio



"..., he tratado, lo juro,  me refriego el brazo, ya no me quedan uñas de tanto raerme el pellejo, ampollado lo tengo, herido, pero qué mierda vas a saber de estar harta y de estar herida si hablo sola, yo la cabeza de perra que creí que hablaba contigo, no me dejes a solas conmigo, no te vayas, te juro que me callo la boca, te juro que esta boca de perra no volverá a ladrar, ni a dar aullidos, ni a mudar la voz, ni a comer de tu mano como la hija de perra que soy"
(Hija de perra, Malú Urriola).

viernes, 9 de noviembre de 2012

Maniobra de evasión



"Y a veces lográbamos saber, antes del beso,

de las manos,

que ellas eran como puertos destruidos por la guerra,

una pura fachada restaurada..." 
(Alexis Figueroa)


Personajes:
Ella/Muda
Soledad
Escritura
Tiempo
Pasado
Mudo

(En los huesos la espera en vela
 se encuentra sin palabras sin ser muda
-se calla por opción-dirán
con un calendario pegado en la frente
lleno de feriados ajenos e imágenes perdidas
y no recobradas en el inventario de la memoria
editada con premeditación y alevosía)

ELLA:  los días se lo han llevado todo, el tiempo, tú sabes, todo se ha deslizado memoria abajo,
yo misma junto con los días parezco venida abajo como esas casas del barrio que me gustaba fotografiar antes de volverse edificios, que no será mi caso, de venirme abajo, me vendré con todo el tiempo pasado, presente y futuro, seré un terreno un escombro pero no un recuerdo salvo que fuese en blanco, poblado de algo parecido a un fantasma de foto trucada, una lucecita chifuminada a lo lejos, dispersa como fui del vientre, por eso la noche y yo...el mar y yo...que no fui camino ni luna ni cuerpo y hoy estoy toda abajo, y las canas y las caries, ni hablar, las señales se cuelan por todos mis lados de casa deshabitada con jardín abandonado a la vista y paciencia de transeuntes...ni un gato se pasea por aquí-diré, con el maullido atravesado en la garganta-podría pintarlo en la tela- y escribir de todos los modos posibles que me permita el ir uniendo y mezclando un abecedario completo que me siento sola y cansada sin escribir sola ni cansada ni nunca.
S: eso de no escribirme me parece de una porfía insostenible e indecente, si además me escribes, aunque seas incapaz de reconocerlo, con los pies y de cabeza, pero me escribes, haciéndole el quite a cada una de las letras que conforman mi nombre, me escribes en esa ausencia de mi,
ELLA: no te escribo, me escribo a partir de ti, de tu ausencia.
S: mi ausencia te habita toda, por más que te quejes, no estás sola, y sí estás ciega, y es eso lo que te aflige la mano, el vivir impostándolo todo para un escribir impostado, por eso tu escritura de fantasma, de manchas que no logran decir nada. Tienes el alma acuarelada, débil como tu mano y mentirosa como tu lengua.
MUDA: (ya sin lengua, ya sin mano)
S: (a parte, a la escritura) ésta se ha muerto de silencio ¿Se puede morir de silencio? ¿Acaso ha sufrido un infarto a la garganta? ¿Por qué su boca permanece abierta? ¿Es que se le ha roto una palabra?
(la ESCRITURA apoyada en una esquina permanece en silencio. Junto a ella, en el suelo, una lengua y una mano...)
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Intermedio musical 1 con baile indie: ""Sé que me equivoqué/pero está siendo demasiado largo,/por cuánto tiempo tengo que pagarlo"
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ELLA: ya le crecerá el pelo a mi memoria
T: a él le gustaba corto, como niño, recuerdo que te decía. Y tú insistías en ponerte un cintillo en esa cabeza de niño, para no darle en el gusto por completo.
ELLA: con el pelo largo esos días se volverán de polvo al polvo y el polvo al viento y luego sólo silencio en esta cabeza suya.
T: y con el silencio ¿no vendrá la ausencia y entonces la palabra?
ELLA: tal vez los pájaros vuelvan a comer de mi mano cuando venga el silencio, de esa mano muda que sostiene las cenizas con cuidado de madre
T: eres la madre de todos mis fantasmas y la hija de todos tus desvelos. Ya deberías dormir para dejar descansar a tus padres que siempre yacen con un ojo abierto y otro cerrado, uno para la vida y uno para el sueño o al revés, a tu gusto.
ELLA: lo sorprendí algunas noches mirándome con un ojo abierto y el otro cerrado, así, medio despierto, medio dormido, como era él, un poco de todo y nada como siempre, como cuando lloraba pero no sufría. Le gustaba llorar sin sufrir en ese sillón gris. Solía sentarse allí para llorar.
T:  todo era tan triste en ese departamento para él junto a ti, y lloraba, pero lloraba de ese modo en que decía amarte, con unas lágrimas secas desde el ojo. Una fachada de hombre para una fachada de mujer, diríase, pero no quiero.
ELLA: no lo sé, lo sabes tú, lo saben esos días. Yo ya no sé de sus lágrimas, como no me enteré de su amor. Hasta he olvidado sus ojos, me gusta escribir que los he olvidado.
T: los recuerdos se registran en una memoria que pronto les hace la desconocida dejándolos en la orfandad. Los recuerdos no duran más que un suspiro de tiempo (suspira)
ELLA: olvidaré escribir, sola y muda con el calendario pegado en la frente y las manos cubiertas de pájaros.
T: y con tu silencio ¿no vendrá su ausencia y entonces la palabra?
ELLA: cuando tenga las manos cubiertas de pájaros, sólo me importarán las manos y los pájaros, no su ausencia, no su palabra ni la mía. Y tal vez pueda llorar.
T: le crecerá el pelo a tu memoria y olvidarás...los días avanzan a la velocidad del silencio dejando momentos en el camino.
S: (a T) a ella le gusta fingir llanto y silencio. Es una mujer fachada, vestida de soledad.
T: de tanto fingir ¿se puede aprender a llorar a sufrir a callar? (interrogando a S)

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ELLA: ¿Por qué vienes a verme?
P: ...porque la extraño...

(ella guarda silencio mirando el techo)

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Intermedio musical 2 : "Voy a dejar de perseguirte todo el tiempo/Voy a alejarme/
que no me gusta lo que pienso"
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MUDA: tengo la memoria rota, se me ha partido en dos y tres y diez y mil ¿soy, aún? y sí ¿qué? ¿eres, aún?
MUDO: (exasperado) ¿por qué insistes en lanzar preguntas/anzuelo? Me he cansado de cogerlos todos con la esperanza que fueras capaz de ensartarme apenas uno, pero no. Quería que me enloquecieras, pero no. Y cuando lo hiciste, me odié, te odié y me abrazaste en lugar de despreciarme. Por eso te desprecio.  Siempre es la misma moneda sin rostro entre nosotros.. siempre te fuiste sin pan ni pescado.
MUDA: (mirando al mar...) a anzuelos imaginarios, peces imaginarios. Eras demasiado real para ser cierto.
MUDO: tú y tus cuentos y tus cuentos y tú ¡¿Y yo?! (con el ego atravesándole el corazón) ¡¿Y yo?!!! (se sienta en el sillón gris tapándose el rostro y comienza a llorar, mientras un manchón del color del corazón va naciéndole en el pecho) ¡Esto es horrible! Nunca había llorado tanto en mi vida... (desconsolado, diríase que con el corazón en un hilo, si lo tuviera).
MUDA: no llores (sentándose a su lado). No sé dar pésames y si te abrazo se te ahogarán los ojos entre tanta lágrima y no te quiero ciego como yo. Si quieres voy por los recuerdos y nos pegamos la memoria a la cabeza.
MUDO: para que se nos peguen las hojas de la memoria a la piel debemos humectarlas (comienza a deshojar un libro y a ponerle crema en cada hoja que termina formando parte de su cuerpo y del de ella, que lo observa sonriendo).

(dos cuerpos cubiertos por hojas yacen en el sillón gris sin conseguir encontrarse nunca)


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Intermedio musical 3: "Fantasma de Bruce Lee/si puedes en los sitios importantes/
devuélveme a como era antes"
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(por más orden que se haga
lo prestado permanece perdido
la memoria atada
los recuerdos extraviados
la espera el olvido*
doblando una esquina guardando los días en el bolsillo
silbando una de esas canciones tuyas
que siguen siéndome ajenas
como tú durante mi paseo nocturno por una ciudad tan ajena como tu silbido
tan tuyo y de esa escalera que no subiré
ya

jugué a perderte y te perdí con magia y talento-dirás

como dijiste qué aburrido perderte en pleno paseo
con el ego atravesándote el pecho)





*Maurice Blanchot

miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ejercicio 4






y yo no quiero escribirte sobre la tristeza y el no saber de ti y no saber por qué no me escribes como si disfrutaras el saber que espero eso y no lo haces y no se trata entonces de no saber disfrutar de tu silencio y del nuestro y no te escribo entonces como para pagarte con la misma moneda que sabemos no vale nada entre nosotros y nos la pagamos igual por la inercia de los días y la dinámica del mutismo que se nos instala en la lengua y las manos y va escalando el silencio notas penitentes y continuas y sufrimos pero no tanto no más que el dolor de encontrarnos en esa frase que rehusamos leer y nos la ahorramos por eso para la posteridad de cada uno y en el lugar que habitó un futuro común y matizado de contento y de lluvia sólo se vislumbra una soledad compartida con sabor a papel en blanco ausente de risas gemidos reproches gritos maullidos silbidos en blanco deshabitada soledad fría soledad definitiva como un punto.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Ejercicio 3

Escritura:

(...) diríase que colgué la pluma. Dirás que perdí la mano. Dirán qué pobre la manca. Diré que esa mano nunca fue mía sólo para no perderla y que ya perdida fue más mía que nunca. Y te reirás porque juego a que juego y tú lo sabes, sabes que no sé jugar de verdad porque intenté jugar contigo sin éxito. Y no podremos vernos la suerte entre gitanas a falta de mano. Entonces, jugarás a despedirte de mi con mi propia mano sólo por verme reir con tu sonrisa prestada, mi rehén, te la devuelvo si me das mi mano para que ya no digan qué pobre la manca, que ya tengo mano, aunque pierda la sonrisa. Porque mi mano no se da ni se vende ni se presta ni arrienda aunque no te escriba, como quieres, ni te acaricie, como quieres, letrita olvidada y muda en un rincón de la página donde mi mano no alcanza a llegar a falta de ganas. La pluma colgada, la mano perdida, la sonrisa secuestrada y la manca que juega a que se escribe, a que no te escribe más aunque volvieses a nacer, dice, manca y digna siempre.

Me devolviste la mano en blanco teniendo tanta tinta y es ese blanco lo que me calla. Pero a falta de ti he aprendido a decir el silencio en escalas imaginarias, a escribirlo despoblado de tanta letra.

Y tú ¿aprendiste a sonreir?

eliza.