jueves, 23 de abril de 2020

Toque de queda


Durante el toque de queda
el vacío de la calle va creciendo como una bestia que se alimenta de nuestro silencio.
De noche, la bestia corre a través de la ciudad
deshabitada
jugando a ser dios en el primer día.
No es necesario irse para deshabitar.
Existe el abandono y la presencia a  la vez.
Cuando te fuiste
la pieza permaneció meses tomada por tus camisas, zapatos, películas, libros.
Cerré el ropero, guardé tus cosas bajo siete llaves que enterré bajo la buganvilia del patio.
Ahora florece con tu aroma
y se extienden hilos invisibles
entre las llaves y las cosas.

*

Afuera
la bestia resplandece bajo la súper luna
que delata su presencia
animal y blanca
 y las líridas descienden por su lomo
con la gracia de una chispa
súbita y mortal
como el amor.

**

En Grecia
las pantallas nunca se apagan
insisten en congregarnos bajo la luz roja de Claro
pero ya no hay polillas en esta ciudad
y por eso hay poesía
porque las estrellas siguen brillando
y los hilos invisibles mantienen todo sujeto
a una mano caprichosa.