Dispersa.
El viento.
Dispersa.
El espacio.
Dispersa.
El tiempo.
Dispersa.
La sonrisa.
Disperso el llanto y retorno a la sonrisa.
Ya voy aprendiendo a vivir con un océano bajo las piernas,
con un pie aquí y un pie allá,
con un corazón derrochando latidos.
Basta con tener los puentes bien puestos en la tierra.