martes, 28 de noviembre de 2023

Reseña "Vivero", A. J. Ponce

Novela ganadora de MOL 2022 Ediciones Liz Santiago de Chile, 2023 Al escuchar o leer la palabra "vivero" tendemos a relacionarla con un lugar donde crecen plantas, sin embargo, el sentido de esta palabra es más amplio, y esta particularidad dota de interpretaciones más variadas a esta novela. El argumento de la obra puede resumirse a partir del texto de la página 21: "Paternidad cifrada El sistema es sencillo si se desmiembra en piezas: 1. Papá tiene demencia senil tipo Alzhéimer en etapa moderada. 2. Mamá decide cuidarlo a pesar de sus repetidas deslealtades en un lapso de cuarenta años. 3. A sus otros hijos no les importa qué ocurre/ocurra con él. 4. Un periodo de encierro donde el tiempo corre a un ritmo atomizante. Papá tiene nombre, se llama Arturo" El narrador lista los elementos centrales de la historia y los desarrolla a partir de distintos tipos de textos como un diario de vida, anuncio, poema, marginalia, listado, relatos de revistas y otros. Esta es, a mi parecer, una de las características más elogiables de "Vivero", el modo en que se narra la historia del protagonista respecto de su padre enfermo y de la decisión que toma el primero al irse a vivir solo durante la pandemia por COVID. Resulta atractiva la decisión estilística de contar utilizando tipos de textos cuya función no es narrativa, y sin embargo, cumplen, desde ese otro lugar, con transmitir el relato. Esto es posible debido al talento del narrador para distribuir los acontecimientos en estos textos no narrativos, logrando que estos fragmentos de la historia se ajusten a la forma que exige cada uno de los textos. Si bien, en algunos textos este trasvasije de información no está tan lograda, ya sea porque los datos no se ajustan tan bien a la forma, primando la función narrativa, o por caer en reiteradas ocasiones en textos que se acercan al monólogo interior y a la poesía en prosa, en lugar de descubrir y jugar con otros tipos de textos para mantener la coherencia y línea experimental de la obra, en muchos otros textos que conforman "Vivero" se aprecia el entusiasmo y la voluntad del autor por seguir las reglas de su juego (narrar a partir de un collage textual) consiguiendo entregar una narración pulida, ágil y refrescante. Existen muchos temas en "Vivero", pero quisiera centrarme en dos: la transformación y la memoria. La obra aborda la transformación de distintos personajes, una transformación que responde a la relación entre ellos, no a un estado aislado, siendo la más evidente la del hijo que se convierte en padre de su padre y que, por consiguiente, troca al padre en hijo de su hijo. Esta transformación es posible debido a la vulnerabilidad del padre, es decir que, para poder trascender lo que somos, no debemos necesariamente volvernos más fuertes, sino, más débiles (en el caso del padre). La trascendencia, en este caso, no es producto del poder y la voluntad, sino, de la imposibilidad. También existen otras transformaciones como la de la madre que es también una planta (mala madre, planta que erróneamente se piensa que expulsa a sus "hijos", cuando, en realidad, los mantiene siempre unidos a ella a través de sus ramas), la del dios que podría sin problemas ser un árbol, la de Ceres (la planta con nombre de planeta enano que cuida el protagonista durante la pandemia) que crece 2.4 cms semanalmente y termina germinando/trascendiendo, la del gomero que deviene en la persona con dismelia, la de la hermana que es también cómplice de una de las historias más oscuras de la novela, la de una marcha que es vista como un coro vegetal "Somos un coro de ruido que juega en el ritmo caótico de la protesta, que se comunica bulliciosa en el silencio" y, ya cerrando la novela, la transformación de la persona del video que se come una planta y muta en un ser vegetal. Esta transformación, como elemento movilizador que vincula a los personajes y los reúne conformando un árbol, un universo o una historia (en la que todo puede ser otra cosa pues se trata de una confusión de nombres "(...) Sería lindo darnos cuenta de que hemos puesto un nombre equivocado a todo. Y de que el sonido de las cosas es un ser distinto y separado de los objetos que lo producen. Así el sonido de la lluvia sería el mismo silbido de las hojas (...) ¿Qué tan grande se volverían los bestiarios?", también puede visualizarse a nivel formal, ya que un tipo de texto va transformándose en otro sin perder el vínculo, para ser parte de algo más grande, que es la novela. "Vivero" es una obra que debe leerse desde ese lugar, el lugar donde todo puede mutar y seguir siendo lo mismo porque todo está conectado. Al principio de la reseña mencioné que un vivero es un lugar donde crecen las plantas, sin embargo, esta palabra, como dije, posee un significado más amplio y es en este punto en que se conecta con el tema de la transformación, en esta amplitud en que podemos entender como vivero un "lugar para algo", pudiendo ser un criadero de distintas especies (vegetales o marinas), en el que estas especies interactúan y devienen, debido a esto, en algo distinto que se mantiene, sin embargo, contenido en el vivero/novela. Para terminar, también está el tema de la memoria, siendo mucho más evidente que el anterior debido a la enfermedad que aqueja al padre. Más allá de esto, me interesa el modo en que el protagonista pareciere luchar contra la pérdida de los recuerdos, de los de su padre y los suyos, que es el registro (entendido como el rescate), ya sea escrito, por medio de la misma novela o bien audiovisual, a través de las grabaciones que aparecen en la historia (grabar el departamento, grabar a la planta reaccionando a la luz, grabarse junto con el padre), la videollamada que el protagonista comparte con su sobrina y que se vuelve significativa en el contexto del encierro y la distancia (de tiempo y espacio), medida en los centímetros que anota al reverso de la foto y, finalmente, el video que observa el protagonista. La historia "podada", presentada en estos textos/fragmentos, da cuenta de ese registro, que echa a mano a todo tipo de estructura (y medio) para encapsular (y proteger) los recuerdos. La memoria es frágil y entiende, debido a esta fragilidad, que debe extenderse hacia de otro tipo de memoria (como un disco duro al usb, a la nube) para proteger sus recuerdos (lo que se es) de los estragos a los que se expone su materialidad, llámese tiempo, accidente, condición. En este afán de proteger esta memoria, el protagonista es capaz de transformarse y extender sus límites hacia la escritura, codificarse, fundirse con el texto para germinar. "Sería una contradicción amorosa darnos cuenta de que el infinito de la tierra lo hemos confundido con el silencio".

jueves, 23 de abril de 2020

Toque de queda


Durante el toque de queda
el vacío de la calle va creciendo como una bestia que se alimenta de nuestro silencio.
De noche, la bestia corre a través de la ciudad
deshabitada
jugando a ser dios en el primer día.
No es necesario irse para deshabitar.
Existe el abandono y la presencia a  la vez.
Cuando te fuiste
la pieza permaneció meses tomada por tus camisas, zapatos, películas, libros.
Cerré el ropero, guardé tus cosas bajo siete llaves que enterré bajo la buganvilia del patio.
Ahora florece con tu aroma
y se extienden hilos invisibles
entre las llaves y las cosas.

*

Afuera
la bestia resplandece bajo la súper luna
que delata su presencia
animal y blanca
 y las líridas descienden por su lomo
con la gracia de una chispa
súbita y mortal
como el amor.

**

En Grecia
las pantallas nunca se apagan
insisten en congregarnos bajo la luz roja de Claro
pero ya no hay polillas en esta ciudad
y por eso hay poesía
porque las estrellas siguen brillando
y los hilos invisibles mantienen todo sujeto
a una mano caprichosa.



lunes, 13 de abril de 2020

El pacto

Crecí en el silencio de la pampa
en un paréntesis geográfico
entre el desierto más árido y
el mar más furioso.

Por las noches
caminaba a casa bajo la esfera celeste
que en el norte es oscura y luminosa
a la vez.

El desierto no es silencioso como recuerdo.
El desierto suena como la arena y el viento
combatiendo contra la gravedad
suspendidos por  hilos invisibles
un acto de magia
para el ojo más entrenado
me cuenta la niña que fui.

En el desierto era normal sentirse pequeña
cuando era pequeña.
Dimensionar la grandeza no era problema
en ese entonces.
La grandeza era una condición natural
de todo lo que me rodeaba
entre la escuela y la casa.

En los escombros de una obra no concluida
o demasiado terminada
juntábamos vidrios de colores
como joyas.
Cada una guardaba un tesoro de cristal.
Contemplamos la fragilidad y la escondimos
de la mano despiadada de alguna compañera
de la boca hambrienta
del tiempo.
El tiempo revela las trizaduras
socava las grietas
fragmenta el cuerpo.
 *
Antes del tiempo
el universo fue un jarrón chino
intacto.

**


A la salida de la escuela íbamos al patio de los dragones.
Era un basural alejado de las casas
cuya figura bajo el sol
se proyectaba en el horizonte
como una bestia mitológica derribada.
Allí leíamos postales
mirábamos fotos
y volvíamos dueñas de los secretos de la humanidad.
También allí
vimos el cuerpo de un animal muerto
y acercamos un palo para experimentar su muerte
y volvimos durante varios días a repetir nuestro acto
secreto.

En el desierto había un árbol
el árbol gigante.
Bajo sus ramas nos dimos nuestros primeros besos
sin abrir la boca.
Todo en ese tiempo
se volvía un pacto de silencio.
La infancia es el tiempo secreto
el cuerpo del silencio absoluto.
El silencio suena como la arena y el viento.
El tiempo permanece suspendido.
La voluntad de una niña puede ser brutal.
***
El tiempo es experto devorando los trozos

de una pieza quebrada.

Fracaso

No sé pensar para pensar.  Sé escribir para intentar pensar. Y todo es intento en mí desde ese lugar. Y toda mi escritura es síntoma de ello.

Mapa

Un neón trágico
despunta la noche en Puente con Bandera
mi corazón
es un despliegue de pirotecnia barata
a la luz del día.

En el show más vulgar que se pueda imaginar
lanzaré todos mis fuegos de artificio.

Me reparto
por partes iguales
de Norte a Sur.
Entre este par de piernas
bien cabría el Mapocho en sus mejores tiempos.

Este país no es América.
No somos americanos.
América es una constelación
de cincuenta estrellas.

Provengo de un territorio anémico
que apenas se puede los pies.
Mi tata decía que apenas se puede los pies.
Mi tata decía que habría que incendiarlo todo.

lunes, 6 de abril de 2020

Infancia

Las verdaderas revelaciones
se nos presentan en la infancia y la noche.
La niña y yo somos cómplices
de una misma existencia.
Luego, vino el exilio.

Cuando era niña miraba fijo el sol.
No temía su destello.
No me espantaba esa oscuridad
luminosa
desafiaba su brillo
mantenía la mirada.
En el destello estaba el secreto
desnudo
a voces
entre los rayos que calaban mis párpados
un grito.
Entonces, jugué a poseer la verdad de las cosas.

Por la noche me quedaba despierta escuchando a la noche.
Ella hablaba a través de los animales
se deslizaba a mi pieza
yo cerraba los ojos
apretados
para que no entrara la noche
y corría a la cama de mis padres
como si allí hubiera una zona libre de ladridos
y tiniebla.
Mis papás se reían de mí
pero no me importaba.

***


He perdido la llave-le digo a la niña
y en la noche
ella levanta su mano
hacia la estrella más brillante
que no es una estrella.
La llave nunca está en la palabra-dice-
provista de la sabiduría de un lawan
y me siento minúscula
como algo que no ha sido llamado.
He perdido mi nombre.



viernes, 3 de abril de 2020

Porcelana china

El desamor es un cuchillo.
No hay un corte limpio.
Hay una herida y hay un veneno.
Hay un vacío.
Hay un tiempo sin días.
Es el tiempo del desamor.

La rueda que antes giró rápida
en el tiempo del amor
ahora se detiene
abrupta y cruel
transforma el tiempo en piedra
y todo lo que el tiempo observa
prohibido
se revela ante su ojo
enlosado
en una mala porcelana
como un jarrón chino de utilería
se quiebra
y algo se pierde
irreparable
se cree
pero no se pierde nada
en este juego
hay tantos jarrones por quebrantar.

El desamor es gris y permanece inmóvil.
La quietud detiene la memoria
y escarbas
metiendo mano en un tiempo
estancado
que tarde o temprano huele mal
como la muerte.

El tiempo del desamor se expande como el universo,
tú, sentada al borde de tu pequeño planeta
insignificante
sentada en tu jardín
en una tarde demasiado larga
bajo un sol demasiado frío
una tarde cualquiera en este planeta
te sientas de frente al horizonte
sabiendo que este horizonte no es realmente ningún horizonte
solo es la trayectoria que marca tu mirada
que puede ser cualquiera
y te sientes perdida y absurda e imaginas un mapa
con un precipicio
y ves tus naves surcando ese mar estático
y cayendo al vacío
y ahí abajo no hay dragones
como imaginaste
ahí abajo se expande el universo
con sus corazones de porcelana china
titilando
rotos
simulando un latido
quebrado
brillando como brillan los fantasmas del amor.

Todo amante es un mal asesino.