en qué momento dejamos estrellarse los cielos? nuestros cielos?
por qué se vienen a pique en la ausencia de la contemplación?
cómo mantenerlos arriba por más tiempo?
es que nadie puede sostenerlos sobre nosotros?
seres de brazos cansados
acostumbrados a las caídas matutinas
nos cruzamos de ganas
y cerramos los ojos
ante la inminente explosión
de los cielos estrellados comunes
sólo quedan un montón de estrellas sueltas
orbitando sobre sí mismas
pese a que el cielo se ilumine
algunas contadas noches
con los restos de las más afortunadas
que se fugaron a tiempo
huyéndole a la catástrofe
que no quisimos evitarnos
pese a tanta palabra dicha
a una que otra lágrima traviesa
atravesándonos el rostro
como un sello de agua
olvidamos los cielos, nuestros cielos
que constelaron la historia
en un montón de estrellas famélicas
negándose a morir