A G.C, el de la piragua
Me dijiste, a la pasada,
que te recordaba a las heroínas de Ridley Scott
que algo a Remedios "la bella"
yo reí y te dije que probablemente ascendería en cuerpo y alma
pero que no era bella
bello tú
Apenas recordaría tu nombre
si no fuera por esa cumbia que insististe en cantar para venderte mejor
esa noche
en el sillón de ese desconocido con poca oportunidad de volverse conocido
en el frío de ese departamento frío
a quemar
te manejabas en el negocio
Nos quedó pendiendo esa mañana
en café
cerca del metro
en otra vida
Hoy, apenas acordándome de tu nombre,
me llamó para contarme de qué porte lo tenías...
Es lamentable
Tuviste una bonita mirada desde el vagón
que me supo a ese café
a esa mañana
pendiente
de la ventana del metro