he perdido tanto tiempo
intentando contener la arena
que se escapaba
de ese reloj hemorrágico
he perdido tanta mano
socavada por tanta arena
tantos dedos desaparecidos en acción
manos en huesos
pulidos por los años
del reloj brotaba un caudal dorado
de dedos de manos de arena
de todo lo ausente de mi
ganado por el tiempo fiero
a la hora de la comida
gruñéndome
por cada segundo disputado