miércoles, 16 de octubre de 2013

Reglas para la dirección del cuerpo*

En primer lugar, debe comportarse a la altura de las circunstancias independiente de las circunstancias de vida que la haya tocado, usted debe estar a la altura, siempre.

Seguimos. Muestre algo de pierna, así, muestre algo de escote, así, sonría al menor indicio de mirada, sonría en la fila, sonría en la micro, muestre más pierna y sonría como en permanente estado de celo. No olvide mostrar escote, párese derecha y muestre escote, viva en una vitrina constante. Una cosa es saber venderse y otra es saber hacerla.

Pero continuemos, anote, y que lo anterior tenga un efecto exitoso en el otro, tíñase, maquíllese, hágase las manos, hágase los pies, hágase el cuerpo a la medida del amor, quítese años, una diosa no sólo debe serlo sino también parecerlo, padecer la divinidad. Sobrarán cuerpos en su cama.

Acto seguido y acto sumado a todos los actos mencionados anteriormente, da lo mismo el orden, improvise, aprenda a abrir las piernas, practique el gemido, ni muy alto ni muy bajo, evite escandalizar, aprenda a agarrar, aprenda a chupar, aprenda a lamer, y procure hacerlo todo bien, aunque ignore siempre qué significa bien para usted, qué significa...muéstrese siempre extasiada hasta el carmín, viva en un éxtasis a la medida de cualquiera, de todos.

Para finalizar, calle, tómele el pulso a cada amante, acurrúquese en sus pechos y anote la cantidad de latidos por segundo, modele su cuerpo a la medida universal, a la medida de todos los cuerpos posibles en su cama, a la medida de todos los cuerpos que pueda pasarse por el cuerpo, a la medida de un cuerpo promedio, practique de pie, practique acostada, practique de lado, practique en cuatro, practique arriba y abajo, practique sentada, practique invertida, practique por delante y por detrás, practique practique practique practique practique practique practique hasta esa satisfacción ajena que nunca le será familiar.

*Descartes.