miércoles, 21 de diciembre de 2011

"No nos amamos"

"Eso es, en suma. Es exactamente lo que decían los viejos judíos: el hombre es malo por naturaleza. No nos amamos. Eso es. De otra manera, las cosas se arreglarían fácilmente, nadie explotaría a nadie, nos haríamos todas las concesiones, a todo el mundo le gustaría servir a todo el mundo, no habría ni señor ni criado, habría cooperación, pero no hay más que señores que desconfían de sus criados, criados que odian a su señor, y ninguna organización social ha cambiado nada en  este estado de las cosas. El que ama a los demás está loco. La hipocresía suprema es que no se quiera confesarlo. La hipocresía son las coartadas, las sonrisas del humanismo, la hipocresía es que todo eso se hace en nombre de la justicia.  No nos atrevemos a  decir más: todo eso se hace en nombre de la caridad" (Diario II, Ionesco)

Amar al otro implica, primero, querer asumirlo (como ser humano) y asumirlo en toda su diferencia y entonces, sí, amarlo, no fingir amar a quien no se ve, o no se dimensiona, o no se acepta, y por ende, no se ama. El ser humano, no creo que por maldad, sino, por comodidad  y conveniencia, ha preferido evitar el amor. Porque resulta trabajoso aprender a abrirse al amor, abrirse al otro, construir lazos afectuosos desde la más completa entrega. Prima la desconfianza. Y  la conveniencia, claro, porque es más fácil esclavizar, abusar, oprimir, anular, reducir al otro en ausencia del amor, desde la indolencia. Nos movemos por el poder, por la desconfianza, por la inseguridad, por el temor, por el resentimiento y por sobre todo por la inercia y la incapacidad de cambiar. Porque reducimos discursos bien intencionados, que podrían darle una vuelta de timón a esta historia, al nominarlos como "idealistas" "utópicos" y demases significantes dentro del campo semántico del sueño; los reducimos por comodidad pues, el no hacerlo, implicaría comenzar a moverse en sentido contrario a la inercia, a moverse en el sentido del amor a la vida en todas sus manifestaciones. Y qué cansancio, no?

Yo amo tu música, Camila Moreno, porque te censuran y te censuran porque amas!