sábado, 15 de agosto de 2015

Maniobra de evasión

Y a veces lográbamos saber, antes del beso,
de las manos,
que ellas eran como puertos destruidos por la guerra,
una pura fachada restaurada...
Alexis Figueroa

Ella
Otro

&
Transitan por Independencia camino al supermercado. No se toman de las manos, lo que no significa nada. Nunca se toman de las manos. Conversan sin mirarse, como si ambos realizaran un monólogo frente a una proyección del otro, como si no estuviesen frente a frente.

E: …siempre es lo mismo. Tienes que abrir un paréntesis entre nosotros.
O: tú también los haces.
E: ¿y eso a qué responde?
O: a nada, sólo que quiero que lo sepas.
E: a veces quieres que sepa y otras, que ignore, por ejemplo, que ignore el porqué de los paréntesis, tuyos o míos, de los paréntesis en general.
O: ¿se puede generalizar en relación a los paréntesis? Cada uno responde a una necesidad distinta.
E: ¿cuál es tu necesidad al abrirlos?
O: no lo sé o tal vez no quiera decírtelo, no sé si quiero decírtelo.
E: nunca sabes nada pero te gusta hablar desde un lugar de saber.
O: tal vez sé todo y también sé que no quiero decirlo y prefiero decir “no lo sé”, enredarte en incertidumbres para cortar el tema. Detesto discutir. Sabes, al menos, eso.
E: ¿se supone que lo agradezca? También detesto discutir, sobre todo contigo, sobre todo estos temas que no son ni temas ¿De verdad podemos argumentar y contra argumentar en torno a nuestras decisiones, en torno al porqué decidimos separarnos, al porqué decidimos estar juntos?
O: ya sabes, no lo sé, sólo intento responderte por…algo que no logro comprender, es como si necesitara sumar palabras a este discurso tuyo, nuestro, como ayudarte a armar algún tipo de respuesta, a dejarte tranquila, al menos o tal vez, pensándolo bien, a quedarme tranquilo con respecto a ti. Es un gesto totalmente egoísta, lo asumo.
E: me gustaba cuando discutíamos y sacabas cuaderno y lápiz y anotabas todos mis puntos y luego, durante tu turno comenzabas, con rigurosidad marcial, a intentar responder a cada uno. Nunca sirvió de nada. Al poco anotar, cuando ya estabas ofuscado y el ritmo de la discusión aceleraba lo suficiente para no permitirte escribir, aparecía el tú disperso, contra argumentando sin sentido, olvidando todo punto.
O: hablando de sentido, no le veo sentido a tener que explicarte, otra vez, luego de tantas veces que lo he intentado, el porqué quiero dejar lo nuestro. Nada me obliga a hacerlo. Basta con que te lo diga y ya.
E: ¡es cierto! Todo actuar nace del egoísmo. No existe nada que no se haga pensando en uno mismo. Es egoísta el comenzar una relación como el acto de romper. Se supone que todo comienza basado en el amor, pero ese amor es tan solipsista como el desamor. Quieres estar con alguien no por acompañarle sino porque necesitas su compañía.
O: …y luego ya no ¿De verdad será necesario contarle eso al otro? ¿Te gustaría escuchar eso?
E: no lo tengo claro…ahora mismo debería estar sufriendo en lugar de racionalizar tu partida. Necesito construirle un sentido a todo, a las emociones, a las decisiones, a las acciones. Ese sentido, en nuestro caso, vendría a ser una construcción conjunta. A veces quisiera odiarte por todo esto, odiarte al escucharte decir que no me quieres más, pero no puedo, no porque no lo merezcas sino porque mi cabeza no para de pensar y esfuma todo el drama, la tragedia sucumbe ante la razón. No sé si mereces odiarte, pero quisiera odiarte.
O: no me odias porque tampoco me quisiste, ni yo. No somos de ese tipo emociones.


&&


Ella piensa esto mientras caminan. Nunca lo dice. No lo cuenta a nadie. No lo escribe.


E: una vez quise a alguien, quise estar con él pese a todo, pese a mí, sabiendo que no iba a funcionar sobre todo por mí. Es lo más irracional que he hecho. Lo quise, lo humillé, me quiso, me humilló, rompí mis cartas para él, boté los regalos que le di. Él lloró toda la tarde. Recogió los pedazos de todo. Lo consolé. Me disculpé. Me perdonó. Viajamos. Paseamos por Lisboa. Me tomó en brazos frente a la torre de Belem. La gente se río. Nos reímos. Paseamos por la noche. Escuchamos fado. Bebimos oporto. Me contó sobre la muerte de alguien y su reacción. Me acordé de "El extranjero" y mi reacción. Tomamos más oporto. Caminamos al hostal. Desayunamos panqueques. Subimos al castillo. Nos besamos mirando  Lisboa. Lo grabé explicándome un mapa mientras un tipo tocaba melodías medievales en una flauta y daba saltos graciosos. Se dio cuenta que lo grababa y apagó la cámara. Lo besé. Tomamos el tren. Me dormí. Me cubrió con su chaqueta. Volvimos a Madrid. Lavó mi ropa mientras yo dormía. Me despertó para almorzar. Se fue a sus clases de inglés. Compré galletas y cerveza y escribí una nota en la puerta del departamento. Nos peleamos. Boté las galletas. Me humilló. Lloré. Me humilló. Lloré. Quiso matarme. Me encerré en su pieza. Lloró. Tomé una ducha y me acosté a dormir mientras él intentaba limpiar todo el desastre. De madrugada escuché que salía. Dormí. No volvió. Me corté todo el pelo. Hablamos. Abrimos el paréntesis pese a tanto amor. No lo odio pese a tanto amor.


&&&


O: ¿Recuerdas esa mañana en Barajas? Hoy mismo pienso que no debí ir a buscarte a Madrid. Debí haber previsto tu encuentro con él.
E: sabías desde el principio del viaje que yo iba por él, pero insistías en verme "como amigos"...
O: aún no perdono que me hayan ignorado en la fila del equipaje. Al menos debiste acercarte a saludarme.
E: pensé que sería peor así. Él quiso ir cuando notó que estabas allí, pero le dije que sólo te sentirías peor.
O: ¿Por qué no te quedaste con él? Nada te obligaba a acompañarme a Finlandia. De hecho, hubiera preferido eso a que fueras conmigo, que lloraras durante todo el vuelo.
E: él no quiso que me quedara, por eso no me quedé, por eso fui a Finlandia y lloré...
O: no fuiste la única que lloró conmigo a causa de otro...no sé por qué tienen que llorar conmigo pensando en otro ¿Tan frío me perciben que llegan a sentirse cómodas en esas situaciones?
E: siempre me pareciste como hecho de mármol, no sólo por la frialdad, sino por esa relación que tiene éste con la muerte. Siempre me pareciste un cementerio en blanco, como ausente...
¿Recuerdas cuando nos citamos para un 25 de diciembre del 2000...2005...?
O: habíamos terminado. Fue uno de los primeros y tantos paréntesis que hemos abierto entre nosotros. Recuerdo que pusiste como excusa para vernos el ir a conmemorar el aniversario de nacimiento y muerte de Lira.
E: esa tarde paseamos por todo el General. Hacía calor, pero entre las lápidas, el musgo, los árboles, sentí frío junto a ti. Parecías tan de allí, tan silencioso como un abismo.
O: nunca encontramos el Ilang Ilang mítico, pero igual recitamos unos versos de Lira en su honor.
E: los versos de Lira siempre están reuniéndonos como una especie de invocación. Ya no pude leerlo sin relacionarlo contigo, con nosotros y nuestros paréntesis y nuestros reencuentros. Ojalá Lira nos separara para siempre.

&&&&

En la tarde, en la cama, luego de haber recorrido el Bío en busca de libros, de haber conversado sobre Le Guin con don Alfonso,  de haber hablado sobre Angela Carter con don Alfonso; luego de haber emulado al amor en la tarde, en la cama.

E: (piensa) intento tomar tus dedos cuando estás tendido junto a mi, cuando me mantienes abrazada y queda tu mano a la altura de mis ojos, intento tomar tus dedos, los tomo, los tomo uno a uno y los voy poniendo sobre mi boca, los beso, los lamo, los chupo pensando que eso te agrada, que eso le gusta a cualquiera, que eso no me gusta ni me desagrada, que no puedo sino pensar en que eso le agrada a todos, que eres como todos, que te gusta lo que le gusta a cualquiera, que otras ya te habrán besado los dedos, lamido entre ellos, que otras los habrán  chupado a uno a uno, que no hay modo de reinventar ese rito, reinventarnos en él, ser otra al besarte, no puedo ser otra que te bese los dedos, nunca logro desprenderme de mi misma...
O: gracias por el sexo.
E: ¿De verdad tenemos que hablar? Preferiría no hacerlo después de eso.
O: me usaste.
E: ya...no es así.
O: ¿o suena mejor decir que yo te usé?
E: mejor sería no hablar.
O: debo irme; aún debo hacer la maleta.
E: sí, dale.
O: ¿qué harás?
E: quedarme aquí tendida.
O: bueno, tal vez te escriba.
E: ya, no es necesario, lo sabes.
O: debo irme.
E: que llegues bien.
O: chao.
E: cuídate.

Permanece tendida, desnuda, se atraviesa en la cama, se envuelve en su ropa, cierra los ojos adentro de la cama, permanece de lado, siente la puerta, se duerme.